Los traficantes de seres humanos tienen sus ojos puestos en Suráfrica, a donde tienen planeado aumentar la importación de sus víctimas para atender a los apetitos sexuales de los visitantes del Mundial de Fútbol 2010. Durante un taller de trabajo sobre el tráfico humano, celebrado en Durban, organizado por el Foro de Género y Sida y por la Organización Internacional para las Migraciones, IOM.
Mientras que Suráfrica es considerada como un país desarrollado, en un marcado contraste con otras partes del continente, últimamente va por detrás de países vecinos más deprimidos económicamente, como Mozambique y Zambia, en lo que se refiere a la legislación para proteger a la gente más vulnerable, contra el azote del tráfico humano.
Tanto Zambia como Mozambique han introducido legislaciones que ilegalizan el tráfico de seres humanos, o benefician de una forma u otra su actividad. “Esperamos de verdad que se introduzca una legislación similar en nuestro país, antes del Mundial de Fútbol de 2010. Los papeles están esperando a ser tenidos en cuenta, en la carpeta de trabajo del comité parlamentario”, aseguró la portavoz Bongiwe Mlatsha, que dirige la oficina de IOM de KwaZulu Natal.
“A pesar de que Suráfrica tiene la reputación de ser un país desarrollado, las mujeres, niños y hombres también, están siendo llevados a Suráfrica desde países desestabilizados y vulnerables, como Zimbabue, la República Democrática del Congo y Angola, y explotados allí de diversas maneras. En primer lugar, esta explotación suele ser sexual, pero algunos son incluso vendidos como esclavos para trabajar en granjas u otros lugares”.
“Cuando se detectan víctimas de tráfico, son repatriadas, pero ¿qué pasa con los perpetradores, la gente que obtiene beneficios de la esclavitud humana? Ellos salen impunes”. Mlatsha asegura que los oficiales de las fronteras corruptos son tan culpables como los mismos traficantes, por perpetuar el ciclo de abuso de los vulnerables”.
A los participantes en el Foro se les mostró un video desgarrador, filmado en secreto, de mujeres jóvenes desesperadas, que están siendo engañadas para que crean que les van a dar puestos de trabajo como camareras en Suráfrica. La gente que contactó con ellas era gente que conocían, y en la que confiaban, para dejar sus hogares. En el camino, son violadas y se les confiscan los documentos. Algunas de ellas son vendidas para trabajar en minas en Suráfrica, otras van destinadas a burdeles”.
En términos de la polémica propuesta de legalizar la prostitución en Suráfrica para 2010, Mlarsha declaró: “La IOM está contra esto, porque la policía y en ministerio de Interior no podrán controlarlo. Sencillamente no tenemos la capacidad”.
(African Press Agency, 19-02-09)