El gobierno ha reivindicado el control de la fabricación de este plato a base de yuca, popularizado por los vendedores ambulantes de Yopougon en Abiyán.
El attiéké es el plato marfileño por excelencia. A todas horas, en todas las mesas, nos encontramos con este tipo de cuscús de mandioca, que se utiliza en particular para preparar el Garba de atún frito servido en los “garbadromes”, puestos callejeros típicos de la cultura de Zouglou en Abiyán. El anuncio en mayo pasado de una incipiente escasez de yuca puso al país en estado de agitación.
Pero la popularidad del attiéké se ha extendido a otros países de la sub-región de África occidental, y entre la diáspora, lo encontramos, desecado o congelado en los supermercados de Europa, de los Estados Unidos e incluso del sudeste de Asia. Según ciertos industriales, China se convertirá en el primer país productor de mandioca. Una situación problemática para el gobierno de Costa de Marfil, explica su portavoz Bruno Kone, «debido a su fama, este plato se está produciendo cada vez más fuera del país y se vende bajo el mismo nombre aunque los países siguen sólo parcialmente el proceso de producción.
El gobierno ha decidido solicitar la denominación de origen protegida a la Organización Africana de la Propiedad Intelectual. Del mismo modo que el champagne en Francia o el jamón de Parma en Italia, de esta forma, se podrá controlar la producción del attiéké, respetando al mismo tiempo la tradición de Costa de Marfil. El proceso comprende la extracción de los tubérculos de yuca, después se pelan y se rallan. A continuación se deja en fermentación durante varios días, se presiona para eliminar el almidón, se seca y se hierve.
Sólo tres denominaciones controladas en África
Tradicionalmente preparado por las mujeres del pueblo en la región de las lagunas, el attiéké se ha convertido con el tiempo en un símbolo de la unidad de un país con 62 grupos étnicos. Otros productos que se venden en Costa de Marfil, podrían seguir el mismo camino, como el aloco, una fritura de bananas, o el foutou, una especie de pudín de yuca. En cualquier caso, el attiéké va camino de convertirse en el cuarto plato en beneficiarse de una denominación controlada en África, junto con la miel Oku, la pimienta de Penja en Camerún y el café Ziama Macenta de Guinea.
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