Convergencia para la Democracia Social (CPDS) ha sabido, por la RTVGE, que las pruebas de Selectividad realizadas en toda la República de Guinea Ecuatorial en la convocatoria de septiembre, han arrojado unos resultados vergonzosos y lamentables, al haberlas superado solamente el 12,3% de los más de 3.600 alumnos que participaron en las mismas.
Estos resultados no son casuales; son el fiel resultado de la política educativa del gobierno del Presidente Obiang. El sector educativo está por los suelos, en total proceso de retroceso e involución. Si hacemos un corto análisis general en el tiempo, veremos que durante los 36 años del golpe de la libertad y en el transcurso de los 20 años de explotación del petróleo, en el entorno de la ciudad de Malabo se han construido más de 8 campamentos militares y ni una sola escuela; en la ciudad de Bata, son más de 10 cuarteles militares los que se han construido o profundamente reformado, y ninguna escuela pública y accesible a todos.
La consecuencia es simple: en el país no hay suficientes establecimientos escolares, para que los alumnos puedan estudiar en condiciones normales. Muchos de los profesores de nuestros institutos son jóvenes que habían hecho el Curso Preuniversitario y, sin reunir condiciones, imparten clases de enseñanza secundaria. En esta misma línea, los egresados de la Universidad Nacional de Guinea Ecuatorial (UNGE) imparten docencia en la misma universidad. Así la calidad y la formación de los jóvenes quedan muy comprometidas y en entredicho.
El salario base de los profesores de la secundaria es de 160. 000 FCFA (unos 244 €), frente a los más de 2.000.000 F CFA que ganan los Diputados, y los más de 3.000.000 de FCFA (4.573 €) de los senadores. Y cuando se habla de los salarios de los funcionarios, la amenaza es siempre a la baja. En el mismo orden de consideraciones, la gran mayoría de nuestros profesores sigue careciendo de vivienda digna y viviendo en barrios insalubres; el selectivo reparto de viviendas sociales no ha llegado a ellos. Estos hechos salariales consumados explican el total desánimo que hoy viven los profesores, quienes deben dedicarse a otras actividades para sobrevivir.
En nuestros institutos y en la UNGE, el absentismo de los profesores, que se tienen que buscar la vida de varias maneras, es mayor que el del alumnado. Muchos de los profesores y alumnos no aparecerán en nuestros centros hasta después del 12 de octubre. En un curso escolar que va de septiembre a junio, en estos institutos no se imparte el 10% de los contenidos académicos de cada curso. La pérdida de los días lectivos es constante por las actividades del partido en poder, los procesos electorales y las cumbres internacionales que se celebran en el país… Lo que es peor, a los jóvenes se les inculca la idea de que su futuro está en las organizaciones juveniles afines al partido gobernante, y no en las aulas de clase. A pesar de las supuestas reformas educativas y todo el apoyo de Programa de Desarrollo de la Educación (PRODEGE), en los centros educativos de Guinea no hay libros.
Todo esto confirma sobradamente que los resultados cosechados en las pruebas de selectividad son lógicos y coherentes. Si este examen se hiciera fuera de nuestro país no sabemos si aprobaría uno solo de nuestros jóvenes.
A juicio de CPDS, si Guinea Ecuatorial fuera un país normal, el ministro de Educación y Ciencia debería dimitir. Sin embargo si dimite el titular de Educación, tendrían que hacerlo todos los demás ministros, porque la gestión de todos ellos es desastrosa. Al paso al que vamos, el Gobierno del Presidente Obiang está dejando un país irremediablemente hundido en la ignorancia y el atraso.
Malabo, 15 de octubre de 2015
Convergencia para la Democracia Social (CPDS)
Comisión Ejecutiva Nacional
