Los jefes de estado del G5 han anunciado la próxima creación de una serie de fuertes medidas, tales como la creación de una fuerza conjunta regional. Esta cumbre tuvo lugar mientras Bamako era víctima de un ataque terrorista.
Criticado por algunos por ineficiencia, el G5 del Sahel ha vivido «un punto de inflexión», como dijo el viernes 20 de noviembre, el presidente del Chad, Idriss Deby Itno, nuevo preside de la organización regional que agrupa el Chad, Níger, Mauritania, Burkina Faso y Malí.
En la cumbre ordinaria celebrada en Yamena, los jefes de Estado G5 decidieron crear una fuerza militar conjunta cuyas características serán examinadas en breve por los expertos militares de los países miembros.
Otras decisiones tomadas son la creación de una escuela regional de guerra basada en Mauritania, que entrará en funciones en 2016; el lanzamiento de una línea aérea regional para mejorar los servicios entre los países miembros; la construcción de una línea ferroviaria que conecte Mauritania, Burkina Faso, Malí, Niger y Chad; y, finalmente, la supresión de visados entre los Estados Miembros con independencia de tomar las medidas de seguridad apropiadas, decisión de especial relevancia para el Chad; los otros miembros ya se benefician de las normas del CEDEAO.
Todos nos enfrentamos a los mismos problemas: no tenemos más remedio que unir nuestras fuerzas, declaró Deby.
El alcance de estas medidas aún no se han especificado. Pero los jefes de Estado, han hecho sobretodo hincapié en la necesidad de poner el “desarrollo” en el punto de mira de las políticas del G5, «quieren ir rápido», declaró un ministro de Relaciones Exteriores de uno de los países miembro. «Tenemos el mismo destino, nos enfrentamos a los mismos problemas: no tenemos más remedio que trabajar juntos».
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