Desde principios de febrero, la emoción invade la localidad de Nola, en el oeste de la república Centroafricana. Después de que un joven descubriera una pepita de diamante en pleno centro de la ciudad, se ha producido una avalancha sobre el lugar y se ha abierto y está ya operativa una obra de explotación de diamantes. Una información confirmada el día 25 de febrero de 2011, por el corresponsal de Radio Ndele Luka, en Nola.
La explotación de diamantes en plena ciudad divide Nola
Las autoridades por su parte quieren aplicar las disposiciones del código minero centroafricano, en su artículo 90, y tienen la intención de prohibir esta mina a cielo abierto, que además, está en el centro de la ciudad, para evitar “alteración del orden público”. Así pues, son los mineros artesanos los que protestan por su parte y señalan la inactividad, o falta de trabajo que esto acarrearía, así como las consecuencias para su supervivencia cotidiana. El afán de lucro es más fuerte. Pero cómo aceptar que la ciudad sea perturbada por una excavación y montones de arena sin tener en cuenta el medioambiente y los riesgos de contaminación. Eso sin contar además con que una mina de diamantes atrae siempre a una fauna de “fraudulentos”.
La villa de Nola es por excelencia una zona diamantífera. Las poblaciones prefieren dedicarse a la búsqueda de minerales preciosos y han abandonado la agricultura por ser menos rentable. Esta situación ha provocado en los últimos meses el resurgimiento de la malnutrición de niños en la región. Los centros de salud han registrado numerosas muertes de niños, un sector vulnerable de la población.
(Radio Ndeke Luka, R. Centroafricana, 25-02-11)