Varios miembros de una secta religiosa en la República Democrática del Congo han sido condenados a severas penas de cárcel y pena capital por un tribunal militar.
La secta había organizado una protesta en la ciudad de Goma, al noreste del país, contra la presencia de Naciones Unidas en la provincia de Kivu Norte; devastada por la guerra entre las fuerzas gubernamentales y las milicias terroristas del Movimiento 23 de marzo. Dichas demandas fueron brutalmente reprimidas por el ejército, causando más de 50 muertos. Un total de 144 personas, entre ellas 29 menores, fueron detenidas durante la manifestación.
Los menores fueron absueltos por un tribunal, pero las 115 personas restantes fueron juzgadas por un tribunal militar el 1 de septiembre, donde se les acusó de participar en un «movimiento insurreccional» y de matar a un policía.
Efraimu Bisimwa, quien ha sido acusado por Kinshasa como principal instigador de la manifestación, ha sido condenado a muerte por las autoridades congoleñas, en un fallo emitido el pasado lunes que acabó por trasladarse a la opinión pública a finales de semana. Otros 62 manifestantes recibieron penas de entre 10 y 20 años y las 52 personas restantes fueron absueltas.
La pena capital no se aplica en la República Democrática del Congo (RDC) desde hace dos décadas y suele conmutarse por cadena perpetua. El abogado argumentó que sus clientes eran los “supervivientes de una masacre” cometida por los militares y reivindicó su inocencia. También expresó su preocupación por las penas tan duras impuestas por el tribunal, las cuales han superado holgadamente a las solicitadas por la acusación.
Tras la represión de los manifestantes, las tensiones han aumentado en la ciudad de Goma, asolada por la violencia de los grupos armados.
Fuente: Citizen Digital
[Traducción y edición, Gabriel Castro]
[CIDAF-UCM]