La inseguridad y el empobrecimiento de esta región del noreste de Uganda ha existido durante todos los gobiernos del país, desde su independencia el 9 de octubre 1962.
Conocí muy de cerca el abandono sistemático de los pueblos Karimojong por parte de los sucesivos gobiernos, durante mis cuatro años (2002-2006) conviviendo y trabajando con ellos para la resolución de conflictos y por un desarrollo sostenible de la región y de sus habitantes.
Los pueblos Karimojong nunca llegaron a confiar en los diferentes gobiernos de Uganda, que quisieron imponer por la fuerza estilos de vida y desarrollo ajenos a la cultura y forma de vida de sus habitantes. Así, estos pueblos pastores tomaron en sus manos la defensa de sus tierras, de sus gentes y ganados.
La respuesta de los gobiernos ha sido siempre la misma: el abandono y la falta de infraestructuras en la región, haciendo su vida, desarrollo, y convivencia más difícil todavía, en una región árida y pedregosa.
Las redadas de ganado, que antes se llevaban a cabo con lanzas, ahora se realizan con móviles y con kalashnikovs, resultando en la muerte de unos mil jóvenes guerreros cada año. Esto provoca también unas relaciones de confrontación con las tribus vecinas.
Se ha cancelado una reunión de seguridad prevista con el presidente Museveni destinada a discutir una solución a la falta de infraestructuras, a la inseguridad, a las redadas de ganado, asesinatos de jóvenes guerreros y violaciones de mujeres en Karamoja. Esta avenida del diálogo entre el gobierno y los jefes de los Karimojong es una esperanzadora iniciativa, que todavía no se ha ensayado.
El encuentro había sido programado para el viernes 25 de marzo en el Hotel Africana del distrito de Moroto. El presidente Yoweri Museveni lo presidiría. Esperamos que se emprenda pronto este único camino de paz y progreso.
La inseguridad en la subregión de Karamoja y los distritos vecinos, principalmente en Teso, se ha intensificado. Según relata Godofredo Ojore de “New Vision”, los ladrones de ganado han recurrido a matar personas mientras lo roban.
La comunidad de Teso, especialmente en las zonas fronterizas, ha soportado previamente que los asaltantes obligaran a las personas a huir de sus hogares hacia lugares seguros como la capital, Soroti.
Según los informes, se ha robado grandes cantidades de ganado de Teso y se han perdido cientos de vidas humanas desde marzo de 2021, a pesar de la presencia de la tercera división del ejército (UPDF) con base en Moroto, capital de Karamoja.
Este mismo reto existe, en formas particulares, en las diferentes regiones donde habitan los pueblos de pastores nómadas o seminómadas de África, como los Fulani de Nigeria y Burkina Faso.
El cambio climático y la dificultad para sobrevivir están empujando a los ganaderos Fulani del norte de Nigeria hacia el sur del país en busca de agua, pastos y seguridad. Desde la Agencia Fides se informa que en este movimiento de población se teme que “se hayan escondido combatientes de Boko Haram que huyen de las mismas áreas por las operaciones del ejército”. Estos movimientos de los Fulani generan una gran inestabilidad en buena parte de Nigeria. Muchos nigerianos indican que las matanzas son cometidas sobe todo por miembros de Boko Haram.
Según informa Maurice Oudet, (MAFR), presidente del SEDELAN en Burkina Faso, el gobierno de Burkina se ha empeñado finalmente para encontrar una solución pacífica al tema fulani. Las fuerzas de seguridad no logran frenar el fenómeno de los robos de ganado en la región.
Se requiere un análisis serio, allá donde han surgido conflictos entre pastores y agricultores, para encontrar avenidas de encuentro, de dialogo y de acuerdos para compromisos conjuntos, ayudados por una mediación profesional.
Es necesario recobrar el sentido de justicia en todo el proceso de pacificación. La gente tiene la impresión de que la justicia está siempre del lado de quienes tienen los medios y el poder. También los fulani se sienten, como los Karimojong, privados de un tratamiento justo por parte de los gobiernos de Burkina, Nigeria y de Uganda.
Lázaro Bustince
[CIDAF-UCM]
