El representante de la ONU en Guinea-Bissau, José Ramos-Horta, cree que la nación lusófona podría ser «un gran país» dentro de cinco años si la paz continúa.
Ramos-Horta termina esta semana su misión en Bissau, volviendo a Timor oriental y fue honrado por las mujeres del mercado de Caracol, en Bissau, por su trabajo por la pacificasción del país.
Hablando a la s vendedores ambulantes (bideiras), Ramos-Horta, emocionado, dijo creer en el futuro de Guinea-Bissau que tiene todo para ser «un gran país» en África y el mundo si tiene paz y estabilidad.
«Cuento con volver aquí un día porque hay de todo para que sea un gran país», señaló Ramos-Horta, bajo los vivas y los alausos de las mujeres ferisantes
En una fiesta con música y danzas folklóricas de Guinea-Bissau en el medio de una calle en el centro de la ciudad, que fue cerrada al tráfico durante más de cuatro horas, el representante de la ONU dijo que era de que un día «muchos países» le pedirán ayudar a Guinea – y se revertirá el escenario actual.
Agasajado con telas, frutas y artesanías de Guinea Bissau , Ramos-Horta dijo que «un día» a su país de origen, Timor Oriental que apoyó las elecciones guineanas, «volverá aquí para comprar arroz.»
«Su país tiene todas las condiciones naturales para ayudar a mucha gente», dijo Ramos-Horta.
La fiesta del homenaje popular contó con la presencia del primer ministro de la transición, Rui Barros, el primer ministro electo, Domingos Simões Pereira, e incluso el jefe de las fuerzas armadas, el general António Indjai.
Fuente A Naçao Cabo Verde — Fundación Sur