Racismo o Choque Cultural Profesional , por José Julio Martín – Sacristán

5/03/2012 | Bitácora africana

Un conjunto de expatriados en Uganda decidió crear en Facebook un grupo denominado ‘Mzungus en Uganda’ [en], cuyos mensajes son de acceso público para aquellos que soliciten permiso de adhesión. Se describen a sí mismos como “un grupo para todos los Mzungus que viven en Kampala… Para compartir sus gustos, disgustos, consejos o intereses (o cosas aburridas)…”

Mzungu es una palabra swahili que originariamente significa europeo. Sin embargo, de manera popular se traduce como “persona blanca”, pues suele aplicarse a quienes son de esta raza, ya sean europeos, americanos o australianos. Curiosamente también he oído llamar “mzungu” a afroamericanos… Hay algo en esta palabra que no gusta a la mayoría de los “occidentales” que hablamos swahili, debido a sus connotaciones socio-históricas, pero, en cualquier caso, es el término que se usa coloquialmente.

Se ha generado una gran polémica en torno a este grupo, en el que sus propios integrantes se han autoacusado de racistas, proponiendo cambiar el nombre “Blancos en Uganda” por “Expatriados en Uganda”, justificando que así se incluía la participación de negros-americanos, africanos de otros países y asiáticos. Además, no han faltado voces que señalan que segregar a los ugandeses denota un carácter exclusivista y exigen ser admitidos en el grupo. En fin, el debate resulta bastante acalorado y presenta muchos características del denominado Choque Cultural Profesional. Toda una joya para los estudios interculturales.

¿Alguna vez has pensado que los africanos…?:

* Siempre llegan tarde.

* Acceden a la celebración de una reunión y luego no acuden.

* Se presentan sin previo aviso.

* Son unos impresentables.

* Trabajan con mucha lentitud.

* Son vagos.

* No se puede confiar en ellos.

* Dicen “sí” y luego actúan como si hubieran dicho “no”.

* Es preciso estar siempre detrás de ellos para que hagan su trabajo.

* Hay que vigilarles para que no roben.

* No se les puede dar ninguna responsabilidad.

* Conviene no ofrecerles confianza les das la mano y te cogen el brazo…

Si has señalado alguna de estas ideas, puedes estar sufriendo algún tipo de choque cultural. Y esto es buena noticia: porque tiene cura.

Este síndrome tiene un desarrollo específico en la persona que se traslada a un país africano. En una primera fase, se manifiestan los siguientes síntomas.

* Comparación sistemática con la manera de hacer las cosas en España.

* Crítica negativa de las diferencias percibidas.

* Disgusto ante las costumbres, la comida y el idioma.

* Idealización de la vida en España.

* Sentimiento de superioridad.

* Sensación de enojo, frustración e, incluso, hostilidad hacia el africano.

* Temores abrumadores e irracionales relacionados con el país anfitrión.

* Irritabilidad.

* Resentimiento.

* Desarrollo de prejuicios.

Muchos de los que trabajan con africanos padecen el síndrome del “Choque Cultural Profesional”, que, si bien es bastante común, tratándose incluso de una pandemia crónica, suele estar mal diagnosticado porque suele confundirse con racismo.

Y ciertamente, si no se trata, puede generar el desarrollo de pensamientos, actitudes y comportamientos propiamente racistas. No obstante confundir el racismo con alguno de los síntomas del Choque Cultural Profesional es nefasto: el que lo sufre, el enfermo, se siente confundido, desorientado, carente del valor para verbalizar lo que piensa. Temeroso, pues, de ser tachado de racista, no solicita la ayuda para superarlo y relacionarse así con el africano de una manera sana, estableciendo las alianzas que le pueden ser tan útiles.

Es quien está frustrado, cansado y se siente incapaz de trabajar con africanos quien tiene un problema, no los africanos. Un sabio proverbio de Tanzania reza: “Lia na tabia yako usilaumu wenzako”, lo que significa: “Llora por tu carácter, no culpes a los demás.” Ciertamente resulta sencillo culpar al otro de los propios problemas. Y eso es lo que, de manera inconsciente, hace quien sufre choque cultural.

Mirarse al espejo y reconocerse es muy difícil cuando vemos cosas que no nos gustan. Sin embargo, podemos superar este síndrome aprendiendo a gestionar las diferencias con el otro; reconociendo los valores, actitudes y comportamientos culturales; y examinando las percepciones, estereotipos, prejuicios y expectativas de cada cultura.

Original en África Factor Humano

Autor

Más artículos de webmaster
¿Inculturación?, por Ramón Echeverría

¿Inculturación?, por Ramón Echeverría

En el cajón de mis recuerdos, el de uno de mis profesores en Londres en 1963. Canadiense de nacimiento, misionero en Malaui, acérrimo promotor de la...