El pueblo de Madagascar debe acudir a las urnas para elegir presidente antes de que se inicie la próxima temporada de lluvias, es decir, a finales de octubre de 2018 como muy tarde. El Alto Tribunal Constitucional ha tomado esta decisión para poner fin a la incertidumbre política y al rechazo popular. Sin embargo, el pasado de los principales candidatos presidenciales no es demasiado tranquilizador.
El 18 de abril, el Alto Tribunal Constitucional de Madagascar ordenó la formación de un nuevo gobierno de consenso, que entró en funciones el 12 de junio con la misión de sacar al país de la crisis política que vive. Hery Rajaonarimampianina colocó a la cabeza de este gobierno a Christian Ntsay, alto funcionario de la OIT. De ahi en adelante, seis de los 30 ministros provienen de la oposición.
El presidente Rajaonarimampianina deberá dimitir dos meses antes de la fecha prevista para la primera vuelta, según establece la Constitución de Madagascar. Si bien aún no se ha pronunciado, existe una alta probabilidad de que Hery Rajaonarimampianina sea candidato y se enfrente a dos presidentes anteriores, ambos con pasados bastante controvertidos.
Madagascar, país sacudido por las crisis
“Las continuas y duras crisis de Madagascar nos recuerdan constantemente la inestabilidad que sufre este país”, destaca Andriamanambe Raoto, redactor jefe de la revista Politikà. Gran conocedor de la historia de la isla, considera que las sucesivas crisis políticas han ido interrumpiendo los ciclos de crecimiento y desarrollo.
Cada vez que ha habido en Madagascar algún indicio de despegue este acaba desembocando al cabo de los años en una crisis política mayor que cuestiona la dinámica positiva iniciada.
Desde el 21 de abril de 2018, los opositores del presidente Hery Rajaonarimampianina se están manifestando contra la nueva ley electoral que consideran desfavorable para Marc Ravalomanana y Andry Rajoelina, dos expresidentes y principales candidatos a las próximas elecciones. En efecto, el artículo 6 prohíbe la postulación de toda persona condenada por un crimen o delito.
No obstante, la principal preocupación de la población sigue siendo la creciente pobreza, según palabras de Mireille Razafindrakoto, directora de investigación del Instituto de Investigación para el Desarrollo (IRD). Aunque Hery Rajaonarimamapianina ha conseguido recuperar el apoyo de la comunidad internacional, no ha podido frenar la crisis. ¿Se le debería entonces dar una nueva oportunidad de gobernar o sería mejor buscar una alternativa?
El expresidente Marc Ravalomanana
Después de denunciar el fraude orquestado por Didier Ratsiraka (presidente entre 1975 y 1993 y luego entre 1997 y 2002), Marc Ravalomanana alcanzó la presidencia en 2002 tras una primera vuelta, contra la opinión de la comunidad internacional.
En 2008, contra una parte importante de la población, Marc Ravalomanana estudió la posibilidad de alquilar 1,3 millones de hectáreas por un plazo de 90 años a la empresa surcoreana Daewoo Logistics. En 2009, el país también sufrió la crisis económica mundial. Los movimientos de protesta en la calle a lo largo de varios meses desembocaron en su dimisión el 17 de marzo y su exilio a Sudáfrica.
Andry Rajoelina, el “presidente de la transición”
Ese mismo 17 de marzo, el Ejército devolvió el poder a Andry Rajoelina, alcalde de Antananarivo entre 2007 y 2009, que se vio obligado a formar un gobierno de coalición con los partidarios de los anteriores presidentes, Marc Ravalomanana, Didier Ratsiraka y Albert Zafy. Como recibió el poder de los militares, la comunidad internacional obligó a Andry Rajoelina a dejar la presidencia y convocar elecciones, lo que hizo recién en 2013. Durante sus cuatro años de mandato, la pobreza aumentó de manera alarmante, casi sin crecimiento económico y hasta crecimiento negativo.
No cabe duda de que Rajoelina quiere tomarse la revancha de esta decisión y se presentará a las elecciones de este año. Por consiguente, deberá distanciarse de Maminiaina Ravatomanga, próspero hombre de negocios de Madagascar y antiguo aliado del presidente, que actualmente enfrenta acusaciones de blanqueo en banda organizada y de fraude fiscal.
Así las cosas, la próxima elección presidencial corre el riego de convertirse en un nuevo episodio turbulento en la vida política de Madagascar.
Andry R. Razafimbahoaka
Fuente y traducción: Global Voices
[Fundación Sur]
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