Presentación del libro “Aquel negrito del África tropical. el colonialismo español en Guinea (1778-1968)”por Flavia Garrigós Cabañero

3/03/2014 | Bitácora africana

El pasado 28 de febrero tuvo lugar la presentación del libro de Fernando Ballano Gonzalo Aquel negrito del África tropical. El colonialismo español en Guinea (1778-1968), en la Fundación Universitaria Española. En la presentación intervinieron José Menéndez Hernández –ex Magistrado del Tribunal Supremo, escritor y prologuista del libro-, Justo Bolekia Boleká –catedrático universitario y escritor-, Juan José Díaz Matarranz –profesor universitario y escritor-, José Ramón Trujillo –profesor universitario, escritor y editor- Basilio Rodríguez Cañada –presidente del Grupo editorial Sial-Pigmalión y escritor- y el autor de la obra.

Basilio Rodríguez, que llevaría a cabo las presentaciones de los distintos interventores durante el acto, comenzó haciendo referencia a la escasa importancia que se da en nuestro país a la que fuera antigua colonia nuestra. Con esta afirmación, argumentaba que la obra de Fernando Ballano es más completa que muchas otras sobre Guinea Ecuatorial y, sobre todo, una de las más reales y verídicas que se hayan escrito en España.

El primero en tomar la palabra sería Justo Bolekia, pues como explicó Basilio Rodríguez, debía asistir a otro acto poco tiempo después, ya que esa misma noche recibía el Premio Cultura en la cuarta entrega de los Premios Afrosocialistas.

Justo Bolekia comenzaría bromeando, incluso cantando la canción a la que hace referencia el título de la obra. Afirmó que este libro podría crear nostalgia y rabia entre los bubis y que se está empezando a demostrar que sí fueron esclavizados, por lo que en América se han comenzado a reivindicar las raíces. Añade, bromeando, que también podría darles un poco de vergüenza decir “Yo soy bubi”, dado que “bubi” se pronuncia igual que “booby” en inglés. Un pequeño toque de humor, tras el cual se centró en detalles expuestos en el libro que durante tantos años han pasado desapercibidos, como es el hecho de que los colonos no fueran sólo a Guinea Ecuatorial por el cacao, el café, etc., sino también por las mujeres, o mejor dicho, niñas. De igual modo, explica cómo veía el colono al negro, pues no le consideraba persona, le tacharía de infantil o limitado en inteligencia y le sometería a la enculturación, que en caso de no ser aceptada le llevaría a la cosificación. Todo ello en un ambiente en que los hombres negros eran tratados con excesiva violencia y las mujeres violadas y utilizadas. Igualmente, denunció el hecho de que la historia de Guinea Ecuatorial haya sido siempre escrita por blancos, con demasiados errores y mentiras que permanecen hasta nuestros días. Basaría estos argumentos con detalles de la obra. De igual modo, sostuvo que si el “negrito” se pusiera a escribir su historia ésta sería invisibilizada al igual que lo fue antes, también por el hecho de que a España no le interesa Guinea Ecuatorial. De hecho, él afirmó que los españoles desconocíamos y desconocemos la procedencia de muchas de las materias y alimentos que hemos consumido y consumimos de este país. Por último, invita a leer la obra de Fernando Ballano a todo aquel que esté dispuesto a conocer la verdadera historia de Guinea Ecuatorial, y, por tanto, parte de la verdadera historia de España.

Después de la intervención de Justo Bolekia, Basilio Rodríguez consideró conveniente ofrecer un aplauso por Jos Martín, Director de Actividades de la Asociación Española de Africanistas y uno de los más reconocidos periodistas de viajes, que falleció recientemente. Tras este reconocimiento, dio la palabra al prologuista José Menéndez, que desde el primer momento mostró su pesar por la inevitable ausencia de Justo Bolekia, ya que estaba en desacuerdo con algunas de sus afirmaciones y hubieran conseguido juntos un interesante debate durante el coloquio.

José Menéndez comenzaría haciendo referencia a Vargas Llosa en relación a la narración de la de los sucesos durante los tiempos de esclavitud. Para sostener sus argumentos, recordó que él vivió en Guinea Ecuatorial durante los años sesenta. Según él, no existía discriminación y a diferencia de Estados Unidos, donde existía el Ku Klux Klan y mayor discriminación en la vida diaria, en los colegios de Guinea Ecuatorial, por ejemplo, estudiaban niños tanto blancos como negros. Se valió de otros ejemplos para mostrar ciertas concesiones que sí tuvieron los nativos en Guinea Ecuatorial, como era el caso de parcelas de terreno, la integración en la administración y política local, el trato jurídico y la posesión de esclavos nigerianos en las plantaciones del país. Tras esto, explicó que existen dos tipos de africanismo: el del que lee a Senghor y dogmatiza durante las tertulias de cafetería y el africanismo del que ha vivido allí.

Tras su intervención, se le cedió la palabra al profesor Juan José Díaz. Resaltó el desconocimiento que se tiene acerca de Guinea Ecuatorial, hecho que manifestaría con sus propias experiencias en el ámbito de la educación, como por ejemplo, que no sepan situar el país en un mapa o que desconozcan que allí se habla español. También, resaltaría el hecho de que nos interesemos poco por la historia de España en general, teniendo ésta, a su vez, tan poca información o información errónea sobre Guinea Ecuatorial, lo que hace de este país un lugar desconocido para los españoles. Reivindicaba un sistema educativo de cualquier nivel más exigente para evitar los prejuicios que llevan a la discriminación. Asimismo, haría referencia a los datos que se exponen en la obra acerca de los medios audiovisuales, que todavía los historiadores no tienen demasiado en cuenta. Nombraría algunos temas más que contiene el libro y revelaría su oposición hacía las afirmaciones de José Menéndez, considerando que cada época es diferente y que no se pueden analizar desde la misma perspectiva. Criticaría las fuentes españolas y resaltaría, como hizo en un principio Justo Bolekia, que la historia de Guinea Ecuatorial sea escrita por blancos, dejando así de lado la importancia de las fuentes orales, entre otros temas de suma importancia, que aunque hubiera relatado el nativo, siempre fueron escritos por blancos.

Basilio Rodríguez presentaría entonces a José Ramón Trujillo, quien comenzaría diciendo que no se puede hablar con demasiada gente sobre Guinea Ecuatorial y sobre África en general, razón por la cual crearon la editorial. Reivindicó, como los demás, que la historia de la colonización debe ser vista también desde la perspectiva del guineoecuatoriano, y expresó la necesidad de organizar debates sobre el tema. La historia que conocemos sobre Guinea Ecuatorial, si hemos conocido alguna, repite que el trato que España daba a su colonia no era tan duro como el de las demás. José Ramón Trujillo, contrario a esto, afirmaría que la colonización española sólo fue diferente en detalles pero no por el nivel de crueldad, lo que demuestra la obra de Fernando Ballano.

Respecto a la obra, afirmó que puede ayudarnos e incitarnos a pensar y a mirar a fondo las fuentes, concediéndonos todo un aprendizaje de lo desconocido. El eje del libro, según él, es la demostración de la codicia del ser humano, con el ejemplo de la colonización, que ya no puede estar oculta ni ser tabú porque desde la declaración de los derechos humanos, cualquier tipo de colonización resulta injustificable. Por esta razón, ha de salir a la luz nuestra historia. Refiriéndose al continente en su conjunto, sumó el hecho de las guerras que se han producido –o que han producido- por los recursos, la imposición de fronteras, la inmigración, etc. Todo ello, dando lugar al neocolonialismo.

Dando paso al autor, con un sinnúmero de ejemplos utilizados en su obra nos ofrece una visión distinta de la colonización española. Argumentaría sus discrepancias con José Menéndez y con Justo Bolekia en aspectos concretos. Haría referencia a la influencia de los liberianos y nigerianos, a la actitud de los americanos que volvieron al país, a la necesidad de dar información real, al poder de la iglesia, a los negreros negros fernandinos, a los tratados anglo- españoles para el tráfico de esclavos nigerianos, etc., intentando analizar más bien conductas y no personas, grupos o creencias políticas, y mostrándose contrario al trato, en parte sensacionalista, que le da a la historia de Guinea Ecuatorial el escritor Gustau Nerín, mencionado por otro de los asistentes.

Rebatiendo a José Menéndez, argumentaría que todo cambió después de la Segunda Guerra Mundial, y que si existía una clase media nativa, como el prologuista comentaba, era para evitar rebeliones. Numeró muchos otros aspectos que engloba el libro, tras lo cual, se dio paso al coloquio, en el que se debatiría la opinión José Menéndez acerca de la cesión de territorio –cuando ciertamente el territorio era de los nativos y no de los extranjeros-, sumando el hecho de que no se pueden analizar de la misma forma diferentes épocas. Uno de los asistentes reivindicó la poca importancia que se le suele dar a la Isla de Corisco. El autor de la obra explicaría que su libro trata sobre los braceros de Fernando Poo, pero no por ello deja de nombrar las demás islas de Guinea Ecuatorial. Numerosos asistentes agradecieron al autor la creación de la obra para poder conocer la historia, afirmando, con cierto humor dada la extensión de ésta, que le ha debido costar mucho tiempo.

En definitiva, Aquel negrito del África tropical nos ofrece la oportunidad de conocer la historia de España, de quiénes éramos realmente, y acercarnos a un país que hemos olvidado por completo. Como todos los interventores afirmaron es necesario que la historia de la época de la colonización española se conozca, porque su desconocimiento también supone graves consecuencias sociales que se viven día a día.

Autor

  • Garrigós Cabañero, Flavia

    "Nacida en Almansa, el 22 de agosto de 1990, Flavia Garrigós es Licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad Complutense de Madrid y Máster en Relaciones Internacionales y Estudios Africanos por la Universidad Autónoma de Madrid. Secretaria de la Asociación Española de Africanistas (AEA), ha sido colaboradora de la Cátedra UNESCO de Estudios Afroiberoamericanos y ha realizado numerosos cursos y seminarios sobre África y su diáspora."

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