El servicio de Extranjeros y Fronteras de Portugal tiene recogidos a 23 menores de edad víctimas de la trata.
Las redes utilizan la figura del asilo como una estrategia para hacer entrar a las niñas en los países donde se ven obligadas a ejercer la prostitución en Europa. Salían de Nigeria y tomaban un vuelo de TAP en Guinea-Bissau con destino a Portugal. Desembarcaban con documentos falsos o los destruian durante el viaje. En el aeropuerto internacional de Lisboa, se identificaban como menores solicitantes de asilo. Más tarde, seguian para el centro de acogimiento para menores refugiados de , donde, una vez regularizada la situación, eran llevadas por las redes de trata con fines de explotación sexual un poco por toda Europa. «Según nuestros registros, había cuatro en 2012, 18 en 2013 y una en 2014», admite el director nacional adjunto de la SEF,(Serviço de Estrangeiros e Fronteiras ) José van der Kellen, que reconoció además que «con adultos, el número llega a 30 o 40 casos» . En el país de destino, José van der Kellen cree que muchos niños se utilizan para trabajo sexual.
Tienen una gran dependencia con los traficantes a los que deben grandes cantidades de dinero y utilizan el vudú para someter sus voluntades. «La dependencia de ellos es tan fuerte que no encuentran otra alternativa al pago de la deuda.»
Fuente Jornal de Angola Fundación Sur