
La 7.ª Cumbre UA-UE de noviembre 2025, es una oportunidad para colaborar todos en la construcción de una alianza equitativa que traiga la justicia y la paz a los pueblos africanos.
Las instituciones religiosas de la UE y de África, que hablan desde la experiencia directa con comunidades y con las personas que sufren pobreza y hambre, desean promover una alianza UA-UE justa y responsable y un compromiso con la justicia social, ambiental y global. Se denuncian las falsas soluciones climáticas, así como un modelo de desarrollo basado en el saqueo de los recursos naturales y minerales.
En esta declaración, los líderes religiosos de la UA y de la UE desean abordar especialmente algunos desafíos clave que observamos en los ámbitos de las alianzas energéticas y climáticas, los sistemas alimentarios y la deuda, y ofrecer perspectivas sobre cómo la acción conjunta en estas áreas puede contribuir mejor al objetivo del desarrollo humano integral.
La carrera por las materias primas críticas está devastando territorios, sacrificando comunidades y corre el riesgo de reforzar patrones históricos basados en la extracción de recursos, como en un nuevo colonialismo. Esto ocurre cuando se anteponen el lucro a las personas y cuando se tratan la tierra, el agua y los minerales, como mercancías de lucro para los poderosos, en lugar de como bienes comunes que deben gestionarse con cuidado y para el beneficio de todos.
Para que la cooperación entre Europa y África fomenten una gestión equitativa, responsable y sostenible de los recursos minerales, es fundamental reconsiderar el modelo general de producción de energía y garantizar que los beneficios asociados con las energías renovables y la producción de minerales, como los ingresos y el empleo, lleguen a las comunidades locales y a los países productores, y no solo beneficie a las grandes empresas.
Los grandes proyectos de energías renovables, así como de energías fósiles, son impuestos por los gobernantes y empresas, sin consultar a las poblaciones locales, y por tanto carecen de transparencia y destruyen los ecosistemas.
Ante este modelo que busca el lucro de unos pocos y aumenta la pobreza de la mayoría social, pedimos a los líderes africanos a que dejen de aceptar las condiciones impuestas por el capital y busquen el desarrollo sostenible de su población y de su propio país. También Instamos a los gobiernos europeos a que reconozcan que gran parte de la deuda acumulada en los países africanos es ilegítima, injusta e insostenible.
La séptima cumbre UA-UE, que se celebra en el Año de las Reparaciones de la UA, debe ofrecer reparaciones por las injusticias históricas y la explotación infligidas al continente africano. Los europeos deben reconocer las causas profundas de los problemas actuales y que el legado del colonialismo y la esclavitud sigue influyendo en las luchas de las economías extractivas y las crisis de deuda.
Una cooperación justa y consensuada entre la UA y la UE debe centrarse en el respeto de la dignidad humana y en la promoción de un desarrollo sostenible para todos los pueblos.
El respeto de cada ser humano y el bien común deben guiar siempre todas las decisiones políticas y económicas. ¡Si olvidamos estos cimientos sólidos, seguiremos construyendo sobre arena!
CIDAF-UCM


