Nigeria es un país bendecido, sí. Sin embargo, a pesar de que tiene casi todo lo que realmente necesita, ha abandonado sus numerosos recursos para pasar a importar bienes acabados.
Debido al descubrimiento de petróleo, el resultado es que, incluso cuando no producen nada para obtener divisas, gastan lo poco que ganan de las ventas de petróleo para importar cosas que sólo benefician a los individuos en particular, pero apenas a la economía. El efecto multiplicador es que indirectamente se está pagando por el trabajo de los trabajadores en el extranjero, sin querer aceptar que entonces haya que despedir a los trabajadores nigerianos. El director del Banco Central de Nigeria (CBN), Moses Tule, transmitió este consejo: «sed nigerianos de nuevo, comprar y consumir productos fabricados en Nigeria».
Una encuesta sobre los nigerianos en un seminario patrocinado por el CBN indicaba que alrededor del 98% de las personas presentes vestían ropa que tenía menos del 20% de contenido nacional.
Invariablemente, casi cada persona es culpable de esta situación que ha dado lugar a la “muerte” de un gran número de empresas de fabricación nacional que eran el orgullo de la nación hace años. En lugar de apoyar y consumir, el «tóxico» pescado congelado y la carne en lata que ha perdido su valor nutricional, se debería alentar la producción en el propio país.
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Fundación Sur