Perspectivas para África en 2025, por Lázaro Bustince

9/01/2025 | Bitácora africana, Opinión

 

Basado en el análisis realista de África durante este año 2024 que termina, y teniendo en cuenta algunos informes serios como, los del Banco Africano de Desarrollo, el Informe Mo Ibrahim, el de la Unión Africana, la ONU y otros, podemos señalar algunas perspectivas para África durante 2025.

  1. Población:

África es el continente más joven del mundo, alrededor del 70 % de la población del continente tiene menos de 30 años. Un número que debe seguir en aumento hasta 2050, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU). La población de África hoy es de: 1.526.480.775 (Un billón y medio), con una tasa de crecimiento anual de 2,27%. Según proyecciones de las Naciones Unidas, para 2050 la población de África rondará los 2.500 millones, lo que supondría que más del 25 % (1/4) de la población mundial será africana.

Este es un momento histórico para los países en desarrollo, para los pueblos del Sur Global, pues estos países podrán garantizar que las voces y las cuestiones referentes a ellos serán bien comunicadas. Los países del Sur global no tienen todavía un papel adecuado en el escenario internacional y ahora están más involucrados en este proceso, de cooperación internacional.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó: «Sin los países en desarrollo no será posible la apertura de un nuevo ciclo de expansión mundial que combine crecimiento, reducción de las desigualdades y preservación ambiental, con ampliación de las libertades. El Sur Global es parte esencial para la solución de las principales crisis que afligen al planeta«.

  1. Elecciones y Gobernanza:

Este es el calendario electoral de África durante 2025: Túnez (Cámara de consejeros ¿fecha?), ., Togo y Unión Africana (a la Comisión) en febrero, Burkina Faso en junio, Burundi en junio-julio, Guinea Ecuatorial y Gabón en agosto, Malaui, Namibia, Níger y Seychelles en septiembre, Costa de Marfil y Tanzania en octubre, Camerún y República Centroafricana en diciembre, Comoras, Egipto fin de año.

Las elecciones que se celebrarán en África durante 2025 se perfilan como un importante punto de inflexión para el continente. De hecho, más de veinte países africanos tendrán previstas elecciones nacionales o locales para ese año. Ya sean elecciones presidenciales, legislativas o locales, cada votación representa un momento crucial para la democracia, la estabilidad política y el desarrollo económico de los países en cuestión. El impacto potencial y la relevancia de estos procesos democráticos para la calidad de la gobernanza en los países africanos, es incalculable.

Las elecciones en África no son sólo un mecanismo político para elegir líderes íntegros, sino también una herramienta para el desarrollo social y económico de cada nación. En 2025, varias naciones se enfrentarán a desafíos clave: mantener la paz y la estabilidad, garantizar la igualdad de derechos y oportunidades y promover el desarrollo sostenible. El gran peligro es el desánimo y miedo de los ciudadanos para enfrentarse a los dictadores y militares opresores.

Las elecciones en África a menudo han estado marcadas por protestas, fraude electoral o violencia postelectoral. Sin embargo, a medida que la democracia se afianza lentamente en el continente, las elecciones de 2025 podrían marcar otro paso hacia la consolidación de los sistemas políticos democráticos en África. El respeto de los procesos electorales transparentes y la preservación del Estado de derecho serán criterios esenciales para la estabilidad de muchos países.

Las elecciones son un factor determinante para encontrar gobernantes responsables y exigir políticas económicas justas y humanas. En 2025, los resultados de las elecciones en África podrían influir en la forma en que los gobiernos abordan cuestiones vitales como la inversión extranjera, el crecimiento económico, la infraestructura y la gestión de los recursos naturales. Además, la estabilidad política que surge de elecciones creíbles puede ayudar a que las economías africanas prosperen.

  1. Sanidad y Educación:

África ha demostrado una resiliencia y eficacia extraordinarias en su enfrentamiento con el sida, la covid-19, la malaria, y otras enfermedades. Ya tenemos cuatro países africanos libres, según la OMS, de la malaria: Argelia, Cavo Verde, Mauricio y Egipto.

La educación integral que sigue mejorando en toda África es el medio más eficaz para superar las pandemias, el abuso de derechos humanos, el empobrecimiento de la población, la gobernanza irresponsable y los abusos de la mujer africana.

La mayoría de los gobernantes africanos y mundiales siguen primando, el presupuesto de defensa y tráfico de armas, marginando los ámbitos más necesarios para el desarrollo del país, como son: la sanidad y la educación. Hoy día abundan los gobernantes militares. Las políticas de ajustes estructurales impuestas por el FMI y el BM para poder acceder a sus fondos han obligado a vaciar los presupuestos sociales del Estado, así como la disminución de los representantes o intermediarios de éste con su población, mermándose así derechos y libertades civiles.

Las mujeres africanas van recuperando un creciente protagonismo y liderazgo en todos los ámbitos de la sociedad, a nivel nacional y global. Sin una paridad total y una integración real de las mujeres africanas en el liderazgo de las naciones y de la gestión nacional de los recursos disponibles, no llegaremos al desarrollo sostenible que necesitamos los pueblos para una convivencia pacífica.

Sabemos que la edad media de la población africana es de 19 años y que la mitad aproximadamente son mujeres jóvenes. Existe un enorme volumen de población femenina joven con bajos niveles educativos, reducida productividad laboral, sometida a problemas de discriminación en el acceso a los estudios primarios, secundarios y sobre todo superior. Esta población sufre al mismo tiempo, ante eventos graves tipo pandemias (covid-19), problemas de abandono escolar por cierre de los centros superiores, aumento de violencia de género, acoso sexual, embarazos precoces no deseados y necesidad de atender a los recién nacidos.

Otro tanto acontece en condiciones extremas de cambio climático, con sus devastadores efectos en términos de inundaciones, sequías, pobreza y hambrunas, que afectan gravemente no sólo al rendimiento escolar, sino también a la asistencia regular a los centros universitarios y a la continuidad de los estudios.

En el África subsahariana, la matriculación de jóvenes en la enseñanza superior está creciendo con rapidez, pero las mujeres siguen mostrando niveles de acceso a la universidad desproporcionadamente bajos, con menos de la mitad que el número de hombres en países como Burundi, Benín y Togo.

África tiene la mano de obra más joven y cada vez más educada que más rápido crece en el mundo, y su población, mayoritariamente joven, está haciendo todo lo posible para recibir educación. Según las encuestas, África tiene una mayoría de ciudadanos dispuestos a pagar más impuestos para financiar programas de formación a su juventud.

Tres cuartas partes de la juventud africana que se encuentra estudiando afirma en encuestas que quiere arrancar su propio negocio en los próximos cinco años. Y el continente tiene el mayor porcentaje de emprendedores en edad adulta del mundo.

Las búsquedas de Internet son también un indicador más que significativo: ocho de los diez países del mundo en que más se buscó el término ‘emprendimiento femenino’ son africanos. De la misma manera, también ocho de los diez países del mundo en que se buscó el término ‘negocios’ en 2021 eran africanos. Y al buscar el término ‘innovación’, seis países africanos en los 10 primeros del mundo.

  1. Economía:

El Banco Africano de Desarrollo (BAfD) hizo público esta semana su informe anual de seguimiento de la economía africana. En un contexto global tan complejo, polarizado y con crisis de enormes dimensiones en marcha por todo el planeta, los resultados globales para el continente africano son positivos y, me atrevo a añadir, esperanzadores: África tiene perspectivas positivas en las previsiones de evolución de su Producto Interior Bruto (PIB), con un crecimiento previsto del 3,7 % en 2024 y del 4,3 % en 2025.

En términos de crecimiento del PIB, a África le está yendo muy bien, solo por detrás de Asia, y se cuentan diez países africanos entre las veinte economías de más rápido crecimiento del mundo. Hasta 17 países africanos tendrán este año un crecimiento superior al 5 % en sus economías y se espera que sean 24 los que superen el 5 % de crecimiento en 2025. Sin embargo, según recuerdan los responsables de esta institución financiera panafricana, estos datos no son aún suficientes para erradicar la pobreza y la desigualdad existentes en el continente. Para hacerlo, añaden, se estima que se debería crecer a ritmo constante “entre un 7 % y un 10 % anual durante los próximos 40 años para salir del círculo vicioso de la pobreza.

Queda, pues, muchísimo por hacer, como por ejemplo dar energía eléctrica a los cerca de 600 millones de africanos que aún no la tienen. Este es un tema de trascendencia fundamental, imprescindible para el desarrollo y cuyo potencial permitirá no solo dar energía a África, sino ser suministrador de energía a países europeos deficitarios.

  1. África en la geopolítica internacional:

Hoy en día, 400 millones de jóvenes africanos están preparados para asumir la enorme responsabilidad de cambiar el curso de la historia, mediante nuevas formas de liderazgo intelectual y político, a través de una verdadera apropiación de su Agenda continental (Agenda 2063) y un nuevo tipo de alianzas con el resto del mundo.

Para que África pueda cumplir con los objetivos de la Agenda 2063 y dirigir su propio futuro, habrá que valorar, apoyar y dar libertad a estos jóvenes para que movilicen sus propios recursos, como estudiantes, investigadores, líderes intelectuales y ciudadanos del mundo.

  • – Seis de las diez economías que más crecen del mundo son africanas.
  • – El continente es ahora mismo el mercado de telefonía móvil y telecomunicaciones más dinámico del mundo. Es también el que mayor uso hace en el planeta de la banca móvil (nuestro actual bizum lleva años funcionando en gran número de países africanos) y el mercado que más crece en tecnología financiera.
  • – En programación informática, África tiene ahora mismo la comunidad de desarrolladores que más crece del mundo. Al mismo tiempo, el ecosistema de startups tecnológicas es también el más dinámico del mundo, y junto a Oriente Medio, el mercado que más crece para el sector de los videojuegos.
  • – Es el continente donde proporcionalmente más crece la compraventa de vehículos, con una creciente demanda para la movilidad de pasajeros.
  • – África dispone ya de más de 400 empresas con ingresos anuales superiores a los 1.000 millones de dólares.
  • – Está empezando a sacarle partido a la Zona Africana de Libre Comercio, que se espera que, desde el próximo año 2025, impulse ya en más de un 52 % el comercio intraafricano. Esta una clave esencial para contemplar las inversiones en el continente con la perspectiva de que se podrá acceder al mercado comercial más enorme del planeta, con acceso a una economía de 1.500 millones de personas.

La Unión Africana, compuesta por más de 50 naciones, debutó en el G20 este año y en el grupo de compromiso de las juventudes estuvo representada por Bora Kamwanya, vicepresidente de la Unión Panafricana de la Juventud. Bora destacó la importancia de la entrada de la Unión en el foro de las mayores economías del mundo, así como enfatizó en los asuntos de juventud para la organización.

Estamos seguros de que los jóvenes y las mujeres africanas deben estar en todas las estructuras de toma de decisiones, desde la creación hasta él seguimiento. África es el continente más joven del mundo, alrededor del 70 % de la población del continente tiene menos de 30 años. Un número que debe seguir en aumento hasta 2050, según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Nuestra esperanza radica ante todo en la juventud africana y en las mujeres africanas para potenciar un desarrollo integral, sostenible y ecológico, centrado en el bienestar de las personas y no en el acaparamiento de capital y de poder en manos de una minoría.

Lázaro Bustince

CIDAF-UCM

Autor

  • Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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