Dick el perro policía inspecciona una pila de bolsas, a continuación, se para y moviendo la cola, pone la pata sobre una mochila verde: en el interior, la policía del aeropuerto de Nairobi descubre el preciado marfil.
En la guerra que se libra en todo el continente contra la caza furtiva de decenas de miles de elefantes cada año, Kenia ha ampliado su arsenal con la adquisición de una unidad de perros policías rastreadores de marfil, como los ya utilizados para detectar drogas o explosivos.
Esta vez, el trozo de colmillo de elefante descubierto formaba parte de un ejercicio de entrenamiento.
Para los protectores de la vida salvaje, el despliegue de la unidad canina ha abierto un nuevo frente en la lucha contra el comercio de marfil, multiplicando los riesgos asumidos por los contrabandistas.
Desde principios de año, los perros del aeropuerto internacional de Nairobi han detectado cuatro piezas de marfil en una semana, en el equipaje de pasajeros a China, Tailandia y Vietnam. «La rápida detención de estos individuos está surtiendo efecto. Es un elemento disuasorio muy significativo», declaraba, a la AFP, Marcos Kinyua, el responsable de la unidad canina para el Servicio keniata de protección de la fauna (KWS).
Gracias a su olfato, los perros son capaces de detectar pequeñas cantidades de marfil, por ejemplo, en pendientes o colgantes e incluso ocultos en papel de aluminio, cuenta con orgullo Kinyua.
«Otros objetos estaban ocultos en un paquete de cigarrillos o el fondo de una maleta. Es en estos casos donde los perros hacen su trabajo y son la fuente de las detenciones».
Seis perros, 24H / 24H
Más de 30.000 elefantes son asesinados cada año en África para alimentar el tráfico mundial de marfil, principalmente a China y al sudeste asiático, donde un kilo de marfil se paga alrededor de 1000 euros.
Kenia ha decidido quemar el próximo el próximo mes de abril las 120 toneladas de marfil que tiene en stock, lo que representa 8 veces la cantidad de marfil jamás destruida.
En comparación con estas cifras, las joyas y pequeños artículos descubiertos por los perros puede parecer trivial, pero la multiplicación de estas pequeñas incautaciones ayuda a inutilizar las rutas de contrabando utilizadas por decenas de miles de viajeros diarios.
El nuevo dispositivo sin duda tiene un coste: es necesario calcular unos 5.500 euros por perro, todo incluido. Sin embargo, el retorno de la inversión está ahí: una sola incautación puede generar una multa de cerca de 9.000 euros.
La unidad canina está adscrita a «un plan más amplio para proteger la vida salvaje», explicó Philip Muruthi, de la Fundación para la fauna africana (AWF), que emplea y entrena a los perros.
«No Podemos lograr un desarrollo sostenible en Kenia si abandonamos la protección de la vida salvaje», se queja Muruthi.
Seis perros se encuentran actualmente en el aeropuerto internacional de Nairobi y controlan equipajes durante todo el día. «El perro es capaz de diferenciar entre un vulgar cuerno de vaca y el marfil porque su sentido del olfato está hiperdesarrollado», explica el Sr. Muruthi.
Destinos de riesgo
Estos perros policía rastreadores de marfil también trabajan en el gran puerto de Mombasa (Este), así como en Tanzania, lugares clave del tráfico de marfil en África oriental.
En estos momentos se están estudiando planes para su despliegue en Uganda, Mozambique y Etiopía.
En los gigantescos aeropuertos de Nairobi y de Addis Abeba, la tarea puede parecer desproporcionada en relación con el número de vuelos diarios. Pero Asha, un perro de aguas, se comporta como si se tratara de un juego, saltando de maleta en maleta en las cintas transportadoras de equipajes.
Los equipos de vigilancia orientan sus búsquedas a los vuelos identificados como de alto riesgo: los vuelos procedentes de Mozambique y de la República Democrática del Congo (RDC) y los destinos a Guangzhou en China están sujetos a una atención especial.
«Como somos un centro de tráfico aéreo regional, no esperamos encontrar sólo el marfil de elefantes matados en Kenia», cuenta Muruthi.
Al ritmo actual de la caza furtiva, los especialistas en el elefante africano no descartan una desaparición, en estado salvaje, del animal símbolo del continente de aquí a 20 años a más tardar.
«Es completamente insostenible», protestó el Sr. Muthuri. «Imagínese África sin elefantes».
afriqueexpansion.com
Fundación Sur
