Omar Al Bashir, presidente de Sudán, ha declarado que retomará la disputada zona productora de petróleo de Heglig después de los enfrentamientos con Sudán del Sur, que han puesto a los dos países al borde de la guerra.
Los poderes globales han dado la voz de alarma por la peor violencia que se ha visto desde que Sudán del Sur se separó, el pasado mes de julio, bajo los términos establecidos por el acuerdo de paz de 2005, y han pedido a las dos partes que detengan los combates y vuelvan a las negociaciones.
Sudán del Sur tomó el control de Heglig la semana pasada, alegando que era territorio perteneciente al Sur y diciendo que sólo se retiraría si las Naciones Unidas despliegan una fuerza neutral en la zona.
La tensión ha ido en aumento y Bashir ha llegado a declarar que “liberaría a Sudán del Sur de sus gobernantes”, prometiendo derrocar al gobierno de Sudán del Sur, en un discurso pronunciado ante miles de seguidores, el día 19 de abril, con uniforme militar, en el estado de Kordofan Norte.
“No les daremos ni un hinche de nuestro país, y cualquiera que ponga la mano sobre Sudán, se la cortaremos”, declaró exaltado en El Obeid, capital del estado.
Además, en un discurso televisado caldeó más los ánimos cuando danzando y agitando un palo exclamó “esta gente no comprende que les daremos una lección final por la fuerza. Heglig no es el final sino el principio”.
La tensión aumenta cada día entre los dos países vecinos, que no logran ponerse de acuerdo sobre la frontera, la división de los beneficios del petróleo y la división de la deuda externa, asuntos que quedaron abiertos cuando Sudán del Sur se independizó de Sudán, en julio.
(News 24, 29-04-12)