El presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, que visitó Ghana este fin de semana, donde dijo que él mismo tenía sangre africana, advirtió que las fuerzas de la tiranía y la corrupción deben rendirse para que África alcance sus promesas.
Obama hizo estas afirmaciones cuando pronunció un discurso en el Parlamento de Accra, capital de Ghana, como parte de su anunciada visita oficial, por primera vez al África Subsahariana, desde su investidura. El discurso, que fue seguido por los periodistas nigerianos vía satélite, en una pantalla situada en la embajada de los Estados Unidos, en Abuja, comenzó a las 12.45 horas de Ghana y fue un despertar a las naciones africanas que han estado combatiendo los problemas de la mala gobernabilidad y los conflictos recurrentes.
Obama advirtió que las elecciones que fracasan incesantemente y la atención de la seguridad que no levan a cabo unas elecciones libres y justas, tendrá que parar en África, ya que son algo que no acarrea nada para un continente más próspero, más estable y con más éxito.
Desempolvando su slogan de campaña, “yes, you can”, Obama también pidió a las sociedades africanas que aprovechen las oportunidades para la paz, la democracia y la prosperidad.
“Esto es un nuevo momento para las grandes promesas. Para realizar esas promesas, antes debemos reconocer como verdad fundamental que lo que habéis creado en Ghana: el desarrollo depende del buen gobierno. Este es el ingrediente que ha faltado en muchos sitios, durante demasiado tiempo. Ese es el cambio que puede abrir las puertas al potencial de África”.
Obama continuó: “mientras damos ayuda, he ordenado a mi administración que ponga especial atención a la corrupción… La gente de todo el mundo debería tener el derecho a abrir un negocio o tener educación sin pagar sobornos. Tenemos la responsabilidad de apoyar a los que actúan responsablemente y aislar a los que no, y eso es exactamente lo que América va a hacer”.
El hijo de una mujer blanca de Kansas y un pastor de cabras negro convertido en académico, de Kenia, Obama pronunció un discurso poco sentimental sobre oportunidades desaprovechadas en el África postcolonial. El primer presidente negro de América habló con una franqueza que tal vez sólo pudiera venir de alguien que pertenece a la extensa familia africana.
“Ningún país va a crear riqueza si sus líderes explotan la economía para enriquecerse a sí mismos, o si la policía puede ser comprada por los traficantes de droga. Ninguna empresa quiere invertir en un lugar donde el gobierno se queda con el 20 % de las riquezas, o el jefe de la autoridad portuaria es corrupto. Nadie quiere vivir en una sociedad donde el estado de derecho cede el paso al estado de brutalidad y el soborno.
“Eso no es democracia, eso es tiranía, incluso si de vez en cuando se organiza una elección. Ahora es el momento de terminar con ese estilo de gobierno. África no necesita hombres fuertes sino instituciones fuertes”.
Obama realizó una visita de 21 horas a la nación del África Occidental, para destacar la tradición democrática del país y el compromiso con occidente. Su visita, la primera a un país del África subsahariana como presidente, fue recibida como una “reunión espiritual”, por los legisladores de Ghana.
La gente se alineaba en las calles para saludar a la comitiva de coches de Obama, algún cartel decía “Ghana te quiere”. Obama visitó el castillo Osu, la casa presidencial, antes de pronunciar el discurso en el parlamento, además visitó un hospital y un puesto de partida del tráfico de esclavos. Estuvo acompañado por su mujer, Michelle, una biznieta de esclavos.
Obama habló de la indignidad a la que se sometió a los africanos durante la era de las colonias europeas. Pero también agregó que Occidente no es culpable de la destrucción de la economía zimbabuense en la última década, o de las guerras en las que los niños son obligados a combatir, ni tampoco de la corrupción, que es un hecho de la vida diaria para muchos.
“África no es la cruda caricatura de un continente de guerra perpetua”, añadió, “y sin embargo, los conflictos son para demasiados africanos parte de la vida, tan constante como el sol. Hay guerras por la tierra, por los recursos, y todavía es demasiado fácil para aquellos que no tienen conciencia, manipular a toda una comunidad para que se enfrente por la fe o la tribu”. “Estos conflicto son una piedra de molino alrededor del cuello de África”, señaló.
El presidente prometió cooperación de América en el desarrollo de África, especialmente, dijo que se aseguraría de que EEUU ayudase a África a tener la gente que más necesita, más agricultores y más empresarios, y menos consultores y administradores occidentales.
(This Day, Nigeria, 12-07-09)