El fantasma de una nueva guerra civil aflora hoy en Mozambique al confirmarse que fuerzas militares y hombres armados del principal partido opositor, Renamo, protagonizan desde el jueves enfrentamientos en el centro del país.
En las localidades Gorongosa y Morrumbala, provincias de Sofala y Zambézia, respectivamente, se registran combates para desarmar a huestes de la Resistencia Nacional Mozambiqueña (Renamo), notificó el ministro del Interior, Jaime Basílio Monteiro.
Recalcó que «continuaremos hasta remover el último nido» de los opositores.
Según testigos, citados por medios radiales, existe un número desconocido de muertos y heridos por los tiroteos que obligaron a muchos pobladores a huir hacia los bosques.
El comandante general de la Policía, Jorge Khalau, reiteró también que las operaciones proseguirán «para desarmar a los hombres de la Renamo y neutralizar a los que, según él, aterrorizan a las poblaciones».
Desde el 9 de octubre, el líder de la Resistencia, Afonso Dlhakama, no es visto en público, cuando fuerzas policiales cercaron su residencia y desarmaron a su guardia personal.
Al respecto, la gobernadora de Sofala, Helena Taipo, consideró el acto como el inicio simbólico del desmantelamiento del arsenal de guerra que la Renamo todavía mantiene 20 años después de la firma del Acuerdo General de Paz en Roma.
La tensión política domina el país por la aversión del partido opositor en reconocer los resultados de las últimas elecciones generales y su exigencia en gobernar en seis regiones, donde reclaman una victoria en las urnas.
Dhlakama amenaza con tomar el poder por la fuerza en las provincias de Tete, Manica, Sofala, Nampula, Zambézia y Niassa.
Mozambique enfrentó una guerra civil (1977 y 1992) que durante 15 años devoró a la nación de más de 20 millones de habitantes y causó un millón de muertos.
Prensa Latina.
(Fundación Sur)
