La República Democrática del Congo se enfrenta a un nuevo brote de fiebre del Ébola, que estalló en un área en el noreste, donde la enfermedad ha matado a tres personas desde el 22 de abril, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). El último brote de Ébola en el país se remonta a 2014.

Según ha informado la OMS a través de un comunicado realizado el pasado viernes en la capital, Kinshasa, la nueva epidemia ha surgido en un área de selva tropical en la provincia de Bas-Uélé, en la frontera con la República Centroafricana.

En un comunicado en la televisión estatal, el ministro congoleño de Salud, Oly Ilunga, ha confirmado la aparición de la enfermedad mientras que invitó a la gente a «no entrar en pánico. La República Democrática del Congo ha tomado todas las medidas necesarias para responder con rapidez y eficacia a este nuevo brote de la enfermedad del Ébola».

La OMS informó que está «trabajando estrechamente» con las autoridades congoleñas «para facilitar el despliegue de equipos de protección y el personal sobre el terreno para reforzar la vigilancia y un rápido control sobre la epidemia», que está declarada en una zona de difícil acceso. Las Naciones Unidas han elogiado el «gran trabajo», realizado contra la enfermedad por Kinshasa y sus socios, como la OMS y Médicos sin Fronteras.

El último brote de Ébola en el Congo se había dado en una región remota de la provincia de Ecuador (noroeste), en el bosque ecuatorial en el distrito Boende (800 km al nordeste de Kinshasa).
a continuación, las autoridades sanitarias han registrado 66 casos confirmados o sospechosos, que había tenido una tasa global de mortalidad del 74,2%, según datos oficiales.

Según la OMS, los primeros equipos de especialistas de varios campos en la lucha contra la enfermedad deberían estar en la zona de la epidemia en las 48 horas siguientes a su comunicado. «La zona de Likati (a unos 1.300 km de Kinshasa) es de difícil acceso, pero los contactos de seguimiento de los casos es crucial para contener la epidemia en la región. La RDC tiene que poner los recursos humanos con mucha experiencia en la lucha contra este tipo de enfermedades», señaló la OMS.

Se requiere, sin embargo otros socios de compromiso «para una respuesta multisectorial coordinada y adecuada». La organización médica ALIMA (La Alianza para la Acción Médica Internacional) anunció en un comunicado que su equipo de «investigación va a Likati con equipo de protección y medicamentos para hacer frente a los casos sospechosos y confirmados.»

Fuente. Le congolais

[Traducción y edición, Fernando Martín]

[Fundación Sur]

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