Varias docenas de cuerpos sin vida, víctimas de los disparos de las fuerzas de la Junta militar en el gobierno de Guinea Conakry, durante la manifestación fueron expuestos el día 2 de octubre, en una nueva manifestación protagonizada por miles de personas en la capital, Conakry.
Esta nueva demostración pública de enfado se ha producido después de que el jefe de la junta, Moussa Dadis Camara, propusiera negociar con la oposición.
Varios miles de personas se reunieron enfrente de la principal mezquita de Conakry, después de que un religioso hiciese una petición a las familias para que acudiesen a identificar los cadáveres de la masacre del lunes, en el estadio donde se habían reunido decenas de miles de seguidores de la oposición.
Grupos de derechos humanos y las Naciones Unidas aseguran que han resultado muertas más de 150 personas, y que muchas mujeres fueron violadas por los soldados durante la represión de la manifestación. Las autoridades han declarado que el número de víctimas mortales es de 56.
La policía anti disturbios luchaba para contener una nueva manifestación, dominada por jóvenes que elevaban su puño en señal de desafio.
Símbolo de violencia
Camara utilizó un discurso televisado a todo el país, con motivo del 51º aniversario de la independencia para pedir conversaciones con la oposición “para que todos puedan contribuir al proceso de transición”.
El día 2 de octubre, Camara acudió al monumento de los Mártires, en Conakry, para una ceremonia a la que asistieron las tropas y las autoridades civiles y religiosas. A la ceremonia asistieron un par de cientos de personas.
“El 28 de septiembre de 2009, a partir de ahora será un símbolo de la violencia”, dijo Camara, que se hizo con el poder en diciembre de 2008, horas después de la muerte del dictador Lansana Conté.
Camara no reconoció el rol de las fuerzas de seguridad en la represión de la manifestación, si no que reiteró una petición para formar un gobierno de unidad nacional, para dirigir al país a las elecciones del próximo año.
Camara expresó lo que él denominó “una profunda compasión” por las familias de los muertos, y afirmó que una transición política pacífica era posible.
Diálogo interno “imposible”
Pero un comunicado conjunto emitido por los partidos de la oposición, sindicatos y asociaciones civiles declara que “el diálogo interno ha llegado a ser imposible”.
Los manifestantes se vieron atrapados, brutalmente humillados, golpeados, violados, apuñalados y asesinados por escuadrones del ejército drogados”, afirma el comunicado que culpa a Camara y al ministro de Defensa de la represión.
Camara ha culpado de la violencia a los “elementos incontrolados” del ejército.
Los rumores de que Camara se estaba echando atrás ante su promesa de no presentarse a las elecciones presidenciales del 31 de enero próximo, habían causado una oleada de manifestaciones en Guinea, entre las que está la del lunes 28, en la que los soldados abrieron fuego contra los manifestantes.
Conakry parecía en calma, pero hay otras señales de tensión, como el retraso del inicio del curso escolar, desde el lunes 28, cuando estaba previsto, hasta el 15 de octubre. Los operadores telefónicos han bloqueado los mensajes de SMS, aparentemente para evitar nuevas convocatorias masivas a manifestaciones.
Preocupación Internacional
Cuando Conakry celebró el 50º aniversario de la independencia, el año pasado, el líder Conté no hizo ninguna aparición pública, ya que su estado de salud era muy delicado, murió tres meses después.
La llegada de Camara al poder, el 23 de diciembre de 2008, tuvo una buena acogida en un principio por parte de los guineanos, que creyeron sus promesas de combatir la pobreza, la corrupción y el tráfico de drogas, además de su promesa de ceder el poder a un gobierno civil.
Pero han surgido nuevas preocupaciones internacionales sobre el país. La violencia ha sido condenada por las Naciones Unidas, la Unión Europea y la Unión Africana, además de por países a nivel individual como Francia, que se está planteando su suspender su ayuda a Guinea.
(News24, 02-10-09)
