Se calcula que unas 90 personas han muerto durante el fin de semana, al haberse trasladado el epicentro de la violencia de Nairobi a Naivasha, 70 kilómetros al noroeste de la capital, en la provincia del Valle del Rift. Las barricadas impedían el paso hacia la región, y aunque el ejército fue enviado para abrir la carretera quitando las barricadas, grupos de jóvenes armados aterrorizaban la zona. Al menos 16 personas, la mayoría de ellas mujeres y niños fueron quemados vivos en la casa en la que se escondían de los atacantes. Aunque la cifra se ha fijado en 90, los asesinados podrían ser muchos más, ya que hay numerosos desaparecidos.

Mientras tanto el equipo de líderes africanos, presidido por Kofi Annan intenta buscar una solución a la crisis que está empujando al país hacia la guerra civil. Las dos partes enfrentadas, el Presidente Mwai Kibaki y el líder de la oposición, Raila Odinga, expresaron sus esperanzas en haber progresado hacia una solución duradera.

Según el diario keniata The Standard, si las condiciones de compromiso que el equipo de Annan proponga son aceptadas por ambas partes, entonces el líder de la oposición Odinga y el Presidente, Kibaki, procederán a nombrar un equipo de tres negociadores más un miembro adicional para que actúe de enlace entre las dos partes en conflicto.

El Presidente de la Comisión de la Unión Africana, el maliense Alpha Oumar Konaré, quien lanzó duras críticas contra esta crisis electoral en Kenia y mostró sus serias dudas sobre si el reparto de poder es la solución apropiada a la crisis que tiene a Kenia al borde de la guerra civil. “si aceptamos que el poder se puede repartir como un pastel, entonces el problema permanecerá, porque siempre habrá alguien descontento. La solución debe encontrarse a través del buen gobierno y los principios democráticos”, señaló Konaré durante la apertura de la decimosegunda sesión ordinaria del Consejo Ejecutivo de la Unión Africana, que se celebra en Addis Abeba, Etiopía. Konaré transmitió a los ministros africanos presentes el mensaje de Kofi Annan, desde Nairobi, que se mostraba preocupado por las graves violaciones de los derechos humanos que se están produciendo por todo el país. Además Konaré pidió a los políticos de la Unión Africana que no cierre los ojos ante estos graves acontecimientos.

Según el periódico keniata ‘The Nation’ afirma en su edición del lunes que el domingo por la noche el grupo de mediadores entregó a Kibaki y a Odinga sus propuestas para llegar a una solución pacífica a la crisis del país. En los documentos enviados a las dos partes en disputa, se especifican los términos de referencia, la agenda y las opciones para alcanzar una solución que sea aceptable para las dos partes.

El equipo de Annan, compuesto por el antiguo Presidente de Tanzania, Benjamin Mkapa y la antigua Primera Dama de Suráfrica, Graca Machel, han elaborado un documento con los términos y la agenda a seguir para alcanzar la paz a través de las propuestas que han ido recogiendo al reunirse con todos los implicados en la crisis, los líderes políticos, religiosos, de la sociedad civil, de opinión y los enviados especiales del extranjero.

Annan pidió encarecidamente a los dos líderes en contienda que se preparen para tomar decisiones difíciles, reconociendo que el nivel actual de violencia ya ha traspasado la disputa por las elecciones presidenciales y ha ido mucho más allá. Tras visitar alguna de las regiones más afectadas por la oleada de violencia.

Al parecer, el Presidente Kibaki y el equipo de reconciliación dirigido por el Vicepresidente, Kalonzo Musyoka, han puesto como condición, entre otras, que el partido Movimiento Naranja para la Democracia, ODM, de Odinga, debe reconocer que el Jefe de Estado es el Presidente debidamente elegido en diciembre, que constituyó el Gobierno legítimo. Además, exigen a los líderes del ODM, a los que acusan de estar detrás de la violencia que sacude Kenia, que condenen en público los asesinatos y que pidan el cese inmediato del caos a sus seguidores.

Por su parte, el partido de la oposición exige, entre otras cosas, al Presidente Kibaki que acepte que perdió las elecciones frente a Odinga y una vez reconocido, que dimita de su cargo, para poder celebrar de nuevo las elecciones. Mientras tanto, se debe nombrar un Gobierno interino en el que se repartirá en poder entre ambos partidos, hasta que tengan lugar otras elecciones presidenciales.

(Daily Nation/The Standard/APA, 28-01-08)