Human Rights Watch (HRW) declaró ayer miércoles que no existía ninguna esperanza de que las elecciones presidenciales de diciembre en Gambia pudieran ser libres y justas debido a la intimidación contra los partidos de la oposición, la represión contra los medios de comunicación y la utilización, con fines políticos, de las fuerzas de seguridad.
En un informe dado a conocer un mes antes de las elecciones, la organización Human Rights Watch, añadió que «el clima de miedo entre los políticos de la oposición les impide criticar al presidente Yahya Jammeh y a su gobierno».
Yahya Jammeh llegó al poder mediante un golpe de Estado, sin derramamiento de sangre, en 1994, posteriormente fue elegido en 1996 y reelegido continuamente desde entonces. Dirigiendo Gambia con mano de hierro, fue investido por su partido para presentarse a un quinto mandato.
Es acusado por las ONG de desapariciones, acoso a la prensa y a los activistas de derechos humanos, acusaciones que desmiente regularmente.
Desde abril, militantes del principal partido de la oposición, el Partido Democrático Unido (UDP), fueron detenidos durante manifestaciones pacíficas. Al menos dos de ellos murieron en prisión y otros fueron condenados a penas de prisión, según HRW.
El presidente «utiliza las fuerzas de seguridad para controlar el país y para detener a los que no comparten sus puntos de vista», escribió HRW. Además, «utiliza de forma sistemática los recursos del Estado para hacer campaña, movilizando a los funcionarios del gobierno y a los miembros de las fuerzas de seguridad».
Durante mucho tiempo, el gobierno ha sido acusado de intimidar a los periodistas y detenerlos arbitrariamente, por lo que muchos de ellos se autocensuran «para evitar represalias», asegura el informe.
La oposición de Gambia ha elegido un único candidato, Adama Barrow, del UDP, para hacer frente al jefe de Estado en las elecciones presidenciales del 1 de diciembre.
sunuafrikradio.com
Fundación Sur
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