Namugongo reúne cada 3 de junio la mayor celebración de Uganda, por Lázaro Bustince

10/06/2022 | Bitácora africana

Unos dos millones de peregrinos, procedentes principalmente de todas las regiones de Uganda y de otros países vecinos, se encontraron el pasado 3 de junio en el Santuario de los Mártires de Uganda, en Namingongo, que se encuentra a 8 km de la capital, Kampala.

Esta es la mayor aglomeración nacional de cada año, que siempre ronda los dos millones de peregrinos. Es una celebración muy festiva, alegre y emocionante de la fe de los Mártires de Uganda y de sus pueblos.

martires_de_uganda_cc0-3.jpgLa celebración de este año fue animada por la Diócesis de Fort Portal, con su pastor Robert Muhiirwa, Akiiki. Las celebraciones anuales del Día de los Mártires se reanudaron después de una pausa de dos años tras el estallido de la pandemia de la COVID-19 y las directivas gubernamentales que prohibían todas las reuniones públicas en el país. Durante estos dos últimos años se hicieron celebraciones en línea y el evento contaba con la participación de millones a nivel internacional.

El Día de los Mártires de Uganda conmemora el martirio, a fines del siglo XIX, de un grupo de 23 hombres anglicanos y 22 católicos a quienes el entonces rey de Buganda Mwanga II ordenó que los ejecutaran por haberse convertido al cristianismo.

El misionero y antropólogo, Padre Blanco, Aylward Shorter, que ha escrito extensamente sobre el papel y el impacto de la Iglesia católica en el África oriental moderna, describe los últimos momentos de los mártires de Uganda:


“El 3 de junio de 1886 marcó el clímax de la ejecución de los mártires de Uganda por orden de Ssekabaka Mwanga II, rey de Buganda. En esta fecha, tres cristianos convertidos fueron reducidos a cenizas en el Santuario Anglicano mientras que 12 fueron asesinados en el santuario católico.

Al menos 45 mártires fueron asesinados hace 137 años por la fe. Entre ellos había 23 anglicanos y 22 conversos católicos y varios musulmanes que se cree que fueron ejecutados antes.

El 26 de mayo de 1886, el rey convocó a 26 pajes reales, que habían abrazado el cristianismo, y les pidió que denunciaran la nueva fe, que rechazaron. Todos declararon que estaban dispuestos a seguir siendo cristianos hasta la muerte. Esto enfureció a Mwanga y decretó que todos fueran llevados a Namugongo, donde serían quemados vivos”.

Uno de los aspectos más interesantes del crecimiento de la fe cristiana en Uganda es que fue obra, sobre todo, de los líderes laicos ugandeses, que llamamos catequistas. Hombres y mujeres que se atrevieron a compartir sus valores humanos y su fe cristiana con la población, a pesar de la persecución. El martirio por la fe es muy frecuente en la mayoría de los comienzos de las comunidades cristianas.

También es verdad que las personas que se comprometen a trabajar por la dignidad y la justicia social, en la mayoría de los países, se ven perseguidos y hasta martirizados. Esto no es una teoría, sino una experiencia que constatamos continuamente ante los jefes dictatoriales de todos los pueblos.

Todas las personas comprometidas, mujeres y hombres, que han dado y dan su vida por los valores humanos y por su fe nos iluminan y dan ánimo para que aprendamos a cuidar de los demás.

Lázaro Bustince

[CIDAF-UCM]

Autor

  • Bustince Sola, Lázaro

    Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

Más artículos de Bustince Sola, Lázaro