Naciones Unidas acusa de masacres al ejército maliense y a combatientes extranjeros

22/05/2023 | Editorial

cidaf-ucm_logo_blanco-65.pngUn informe condenatorio de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas (ACNUDH) acusa al ejército maliense y a combatientes «extranjeros» de ejecutar al menos a 500 personas, en marzo de 2022, durante una operación antiyihadista en el centro del país.

La Oficina del Alto Comisionado «tiene motivos razonables para creer» que al menos 500 personas, incluidas unas 20 mujeres y siete niños, fueron «ejecutadas por las Fuerzas Armadas de Malí y personal militar extranjero (…) después de que el área (hubiera) sido totalmente sometida» entre el 27 y el 31 de marzo de 2022 en Moura. El informe fue compilado a partir de una investigación realizada por la división de derechos humanos de la misión de mantenimiento de la paz desplegada desde 2013 en Malí (MINUSMA).

La OACNUDH también tiene “motivos razonables para creer que 58 mujeres y niñas fueron víctimas de violación y otras formas de violencia sexual”, así como denuncia actos de tortura sobre las detenidas. Estos actos podrían constituir crímenes de guerra y, «dependiendo de las circunstancias«, crímenes de lesa humanidad, informó Volker Türk, alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, en un comunicado.

El documento no identifica explícitamente a los «extranjeros», pero recuerda las declaraciones oficiales malienses sobre la asistencia de «instructores» rusos en la lucha contra los yihadistas y las palabras atribuidas al jefe de la diplomacia rusa, Sergei Lavrov, sobre la presencia en Malí de la empresa de seguridad privada rusa Wagner. La ONU expone los testimonios recopilados por sus investigadores que describen a estos extranjeros como hombres blancos en uniforme que se comunican en otro idioma.

Como se documenta en el informe, los hechos de Moura, que han sido objeto de versiones contradictorias durante el año pasado, se encuentran entre los peores crímenes de este tipo cometidos en un país familiarizado con las atrocidades de los yihadistas y otros grupos armados desde 2012. El informe es el documento más condenatorio producido contra las fuerzas malienses, que han sido acusadas de múltiples actos en el pasado.

Es la espiral de la violencia que tiende a la venganza y por tanto al aumento de la violencia y la destrucción de vidas humanas, de la convivencia social y de toda la economía y servicios necesarios para cuidar las vidas en peligro. Por desgracia, esta espiral de violencia la encontramos en gran parte de los ejércitos, grupos paramilitares y terroristas en cada uno de los continentes del planeta.

Nuestros gobiernos delatan miopía cuando piensan y actúan como si la violencia se pudiera superar por la fuerza y con más violencia, como lo constatamos en Ucrania. ¿Continuaremos por este camino de la mutua destrucción o alcanzaremos una nueva sabiduría y con ella podremos elegir líderes más íntegros y responsables?

CIDAF-UCM

Autor

  • Bustince Sola, Lázaro

    Nacido en Izco (Navarra), en 1942, estudió filosofía en Pamplona (1961-1964). Hizo el noviciado en Gap – Grenoble (1964-1965), con los Misioneros de África (Padres Blancos). Estudió Teología en el instituto M.I.L. de Londres, (1965-1969), siendo ordenado sacerdote en Logroño, en los Padres Blancos en 1969.

    Comenzó su actividad misionera en África en 1969, siendo enviado a la diócesis de Hoima en Uganda, donde estuvo trabajando en la educación, desarrollo y formación de líderes durante nueve años. Luego vivió un periodo de trece años en diversas ciudades europeas, trabajando en la educación y capacitación de los jóvenes (Barcelona 1979-1983)) , en Irlanda como responsable de la formación de los candidatos polacos (1983-1985), y en Polonia donde fue Rector del Primer Ciclo de Filosofía Polaco (1985-1991), y se doctoró en Teología espiritual en Lublin, donde fue nombrado profesor de la misma Universidad Católica de Lublin (KUL), de dicha ciudad, en 1991.

    Regresó a Uganda en 1992, y fue elegido Provincial de los padres Blancos de Uganda hasta 1999. Durante este periodo, fue también presidente de la Asociación de Religiosas-os en Uganda (ARU), y pionero en la construcción del Centro Nacional de Formación Continua (USFC). Además inició la Comisión de Justicia, Paz e Integridad de la Creación (JPIC) en 1994, trabajando en la formación de líderes en JPIC.

    En 2000 y 2004 cursó estudios sobre educación en Justicia, Paz, y Transformación de Conflictos, en Dublín. Desde su regreso a Uganda, fue pionero en la capacitación de agentes sociales en JPIC, y en el establecimiento del primer Consorcio de Educación Ética (JPIIJPC), lanzado por seis Congregaciones Misioneras, en 2006. Desde el inicio, y hasta junio 2011, ostentó el cargo de primer Director del Instituto. Al mismo tiempo fue profesor invitado de Ética en la Universidad de los Mártires de Uganda (UMU).

    En septiembre de 2011 fue nombrado director general de África Fundación Sur (AFS), organismo que dejó de existir en 2021. En la actualidad sigue trabajando por África al 100 % siendo, entre otras ocupaciones, editorialista en el CIDAF-UCM.

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