Denis Mukwege, ganador del Premio Nobel, fue atacado en 2012 por hombres armados, como consecuencia, según él, de criticar las políticas del gobierno de la República Democrática del Congo (RDC) sobre la violencia de género.
Una década después, viviendo bajo la protección de las fuerzas de paz de la ONU, el Dr. Mukwege ha lanzado otro desafío contra el liderazgo de la nación. Se presentará como candidato a la presidencia en las elecciones previstas para diciembre.
Conocido como «Dr. Milagro», el hombre de 68 años saltó a la fama mundial por realizar cirugías reconstructivas a mujeres que habían sido violadas en el este del país devastado por la guerra. Hasta ahora, su hospital ha tratado a más de 50.000 sobrevivientes de violencia sexual, mientras él se ha consolidado como uno de los principales expertos del mundo en su campo.
En 1998 abrió una clínica en su ciudad natal. El médico pretendía que el Hospital Panzi se dedicara a la salud materna y que su equipo tratara a las madres primerizas o embarazadas. Sin embargo, cuando estalló la guerra, cada vez más mujeres acudieron a la clínica con horribles heridas derivadas de la violencia sexual cometida por varios grupos armados.
En 2013, el Dr. Mukwege declaró a la BBC que las violaciones en el este de la República Democrática del Congo eran parte de una «estrategia» para obligar a las comunidades a abandonar sus tierras y recursos. Durante tres décadas, la región ha sido azotada por conflictos, con numerosos grupos armados luchando por oro y otros recursos valiosos.
Se ha acusado a diferentes milicias de llevar a cabo violaciones indiscriminadas: se cree que decenas de miles de mujeres han sido atacadas durante el conflicto, según ha informado Amnistía Internacional.
Junto con sus colegas, el Dr. Mukwege ha tratado a decenas de miles de víctimas y se ha convertido en «el principal especialista mundial en el tratamiento de la violencia sexual en tiempos de guerra«, según el Premio Nobel.
El hospital de Panzi atiende actualmente a más de 3.500 mujeres al año. Además del tratamiento médico, las supervivientes de violencia sexual también pueden acceder a ayuda psicológica y jurídica.
En 2012, en un discurso ante la ONU, el Dr. Mukwege criticó al gobierno del entonces presidente Joseph Kabila y a otros países por no hacer lo suficiente para detener lo que llamó «una guerra injusta que ha utilizado la violencia contra las mujeres y la violación como estrategia de guerra«. Al mes siguiente, fue atacado por hombres armados que irrumpieron en su casa y mantuvieron brevemente a sus hijas como rehenes.
Más tarde huyó con su familia a Suecia y luego a Bélgica. Tras una campaña de mujeres locales que recaudaron fondos para pagar su billete, regresó a casa después de un año.
Desde su regreso a la República Democrática del Congo, el Dr. Mukwege ha vivido en su hospital bajo la protección permanente de las fuerzas de paz de la ONU.
Aunque es nuevo en la política, el Dr. Mukwege ha abogado a menudo en el escenario mundial por la justicia y la paz en la República Democrática del Congo. El año pasado, pidió sanciones de las Naciones Unidas contra Ruanda por su apoyo al movimiento rebelde M23 en el este de la República Democrática del Congo, cuyo resurgimiento ha provocado enfrentamientos sangrientos y ha desplazado a cientos de miles de personas.
En la República Democrática del Congo, el Dr. Mukwege es celebrado como un destacado ginecólogo y filántropo, con sentido de la política local. La idea de postularse para presidente surgió de sus seguidores, que contribuyeron con 160 millones de francos congoleños (64000 dólares).
CIDAF-UCM