“No basta con fingir que estamos construyendo dignidad. Si no tenemos tierra, no tenemos supervivencia, no tenemos nada que dejarles a nuestros hijos y nietos. No basta con capacitaciones o seminarios, tenemos que salir a las calles”.
“Para que nos reconozcan y tengamos voz, tenemos que marchar en grupos”, afirma una mujer quilombola.
Este llamado lo realizó la activista del Movimiento Negro Unificado (MNU), Ledeci Lessa Coutinho, durante el panel temático “Quilombo: Raíz viva, territorio, memoria y lucha”, que tuvo lugar la tarde del sábado 8 en Porto Alegre (RS). El debate formó parte del seminario “Caminos de Resistencia: Mujeres Negras y Quilombolas – Voces y Territorios”, organizado por el Instituto Cultural Padre Josimo (ICPJ), mediante el Convenio de Financiamiento N.° 973281 del Ministerio de Igualdad Racial, basado en una enmienda de la entonces diputada federal Reginete Bispo (PT-RS), en colaboración con el Instituto Akanni.
También participaron en el panel el director de la División de Regularización del Territorio Quilombola del Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (Incra/RS), Sebastião Henrique Santos Lima, y la miembro fundadora de la Comunidad Quilombola Limoeiro, en Palmares do Sul (RS), Lisiane Borges Goulart de Oliveira.
Rio Grande do Sul cuenta con 15 quilombos urbanos, 11 de ellos en Porto Alegre.
Durante la reunión, Sebastião Lima destacó que Rio Grande do Sul cuenta actualmente con 15 quilombos urbanos, 11 de los cuales se ubican en Porto Alegre, lo que convierte a la capital del estado en la ciudad con mayor número de quilombos urbanos en Brasil.
Con más de cuatro décadas de servicio público y más de 20 años trabajando con comunidades quilombolas, el funcionario afirmó: “Soy gestor de políticas públicas y casi siempre tratamos de evitar este contacto porque sabemos que se nos exigirá responsabilidad. Pero prefiero rendir cuentas a ser negligente”.
Lima enfatizó el papel protagónico de las mujeres en las comunidades. “Las comunidades quilombolas, en su mayoría, están lideradas por mujeres. La actual presidenta de la asociación Limoeiro es una mujer, al igual que lo fue la madre de Lisiane. Y contamos con grandes modelos a seguir, como Doña Ilza de Castro, quizá la líder quilombola más importante de Rio Grande do Sul, fundamental para la titulación de varios territorios”, afirmó.
Lucha por la Titulación de Tierras
Según él, el INCRA (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria) se hizo responsable de la regularización, identificación y titulación de los territorios quilombolas en 2003, durante el primer mandato de Lula. “Fue ese 20 de noviembre, ahora día festivo, que el INCRA recibió el mandato para ejecutar lo que ya estaba previsto en la Constitución de 1988, en el artículo 68 de las Disposiciones Constitucionales Transitorias. Un artículo que debía resolverse rápidamente, pero que aún sigue en trámite”, explicó.
El país cuenta con aproximadamente 8.000 comunidades quilombolas y 2.500 casos abiertos en el INCRA. En Rio Grande do Sul, existen 116 procesos de regularización y 160 comunidades identificadas, de las cuales 136 están certificadas por la Fundación Cultural Palmares. “El Estado brasileño no reconoce al quilombola individual, sino a la comunidad. Un quilombola solo existe si pertenece a una comunidad”, enfatizó. Además de los 11 quilombos urbanos en Porto Alegre, hay dos en Canoas, uno en Salto do Jacuí y uno en Pelotas.
Lima detalló que, tras el decreto que transfirió la responsabilidad al INCRA (Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria), la Fundación Cultural Palmares dejó de ser responsable de la titulación de tierras. “El INCRA paga en efectivo, al precio de mercado. A diferencia de la reforma agraria, que paga con bonos de deuda agraria. Por lo tanto, la afirmación de que expropiamos tierras a los campesinos para dárselas a las comunidades quilombolas es falsa. El INCRA paga, y paga muy bien”, afirmó.
Periodo de espera
A pesar de los avances, el gerente reconoció la lentitud de los procesos. “Necesitamos dar coherencia a los informes técnicos y a los argumentos que respaldan los territorios, especialmente ante los desafíos legales”. Entre los casos suspendidos en los tribunales, mencionó los quilombos de Limoeiro, São Miguel dos Pretos, Cambará y Morro Alto, este último considerado el proceso más emblemático del estado. “Tenemos quilombos esperando la titulación de tierras desde hace 20 años. Hoy, solo cinco territorios quilomboles están titulados en Rio Grande do Sul, aunque más de 20 ya cuentan con decretos de reconocimiento”, destacó.
Lima también hizo hincapié en el impacto político y económico en los procesos. “Tuvimos siete años de parálisis durante los gobiernos anteriores. E incluso ahora, se necesita un compromiso político para que las políticas avancen. A veces, las concesiones se interponen en el camino”, evaluó.
Según él, el presupuesto del Incra para indemnizaciones en 2025 era de R$ 180 millones, pero se recortaron R$ 50 millones, quedando R$ 130 millones. “Tenemos dos comunidades listas para recibir indemnización, una en Porto Alegre y otra en Lavras do Sul, y estas dos representan por sí solas R$ 50 millones, casi la mitad del presupuesto nacional”, afirmó.
Lima informó que la agencia ha puesto en marcha, por primera vez, una política de crédito específica para las comunidades quilombolas, en colaboración con la Universidad Federal de Santa María (UFSM), con un registro inicial de 5.000 familias. “En 22 años, esta es la primera vez que se habla de crédito para las comunidades quilombolas”, enfatizó.
El gerente también mencionó los impactos de las carreteras, las líneas de transmisión, la minería y los desarrollos inmobiliarios en estas comunidades. “Incra delimitó ayer el área, demostrando que allí existe una comunidad quilombola, Quilombo Kedi, y que allí permanecerá. Igual que Quilombo Silva, que tiene título y no se irá. Los títulos son para siempre”, afirmó.
“Si seguimos a este ritmo, tardaremos 500 años en titular todas las comunidades de Brasil. Es un hecho. (…) La organización de los movimientos es fundamental. El movimiento quilombola, liderado por mujeres, debe fortalecerse cada vez más”.
Como recalcó Lima, Incra forma parte del Estado y solo actúa bajo presión. “Es necesario presionar al Estado. Siempre digo: yo, como gestora, tengo el deber de actuar, y las comunidades organizadas tienen el deber de exigir. Así tiene que ser, así es como suceden las cosas. Sin eso, nada cambiará”.
“Nosotras, las mujeres negras, somos las que daremos a luz al cambio y a la revolución”
La activista Ledeci Lessa Coutinho (MNU) recordó la historia de la lucha de las mujeres negras en Rio Grande do Sul y la histórica invisibilización de la población negra en el estado. “Somos un estado conocido como la Europa de Brasil. Nuestro referente de belleza, cultura y dignidad no es la cultura negra, sino la italiana, la pomerania y la alemana. Y cada vez que vamos a Brasilia o a otro estado, la gente pregunta: ‘¿Pero no son de Rio Grande do Sul?’, porque somos completamente invisibles”, afirmó.
Descendiente de quilombolas de Canguçu, Coutinho relató sus orígenes: “Soy la séptima hija de una familia que creció en una hacienda esclavista. Nací en una casa de adobe, entretejida con paja, con techo de paja de Santa Fe. (…) Cuando digo mi nombre completo y menciono a mi familia, quiero nombrarme a mí misma, quiero decir quién soy, para que el colonizador no lo diga por mí. Él ya lo hace a diario, cuando cierra puertas y retrasa la implementación de políticas fundamentales”.
Hablando de pie, “porque soy maestra y hablo con mi cuerpo”, la activista enfatizó la importancia de las mujeres negras que abrieron el camino. “Estar aquí es muy poderoso. Escuchamos a mujeres que hicieron sacrificios dobles, triples, no reconocidos, para alcanzar puestos de liderazgo. Reginete Bispo, Vilma Reis, Maria da Conceição, Marielda, Marisa… Conozco a estas mujeres, conozco el trabajo que hicieron y los sacrificios de vida que enfrentaron”.
Editado por: Katia Marko
Fuente: Brasil de Fato
[CIDAF-UCM]
