Conflictos
• Unas 200,5 millones de personas se vieron afectadas por desastres naturales o desplazadas por el conflicto y la violencia en 2014. [1].
• Los conflictos afectan a las mujeres, las niñas, los niños y los hombres de forma diferente. El impacto de un conflicto suele medirse en función de las bajas, la mayoría de las cuales son hombres y niños. Sin embargo, las consecuencias para las mujeres y las niñas, como la violencia de género, quizá no sean visibles de inmediato. Los riesgos a los que se enfrentan las mujeres y las niñas aumentan a causa de los desplazamientos y del desmoronamiento de las estructuras de protección y el apoyo normales. Además, deben asumir más tareas relacionadas con los cuidados, como la procuración de comida y agua y el cuidado de las personas enfermas [2].
• Se estima que 1 de cada 5 mujeres refugiadas o desplazadas en entornos humanitarios que han sufrido violencia sexual, lo que probablemente sea una subestimación si se tienen en cuenta los obstáculos asociados a su revelación [3].
• En 2014, aproximadamente 59,5 millones de personas fueron forzadas a desplazarse en todo el mundo como resultado de persecuciones, conflictos, violencia generalizada o violaciones a los derechos humanos —la cifra más alta de la que se tenga registro [4].
• Desde marzo de 2015, más de la mitad de la ciudadanía siria se ha visto forzada a huir de su hogar. Unas 7,6 millones de personas se desplazaron dentro del país [5] y desde abril de 2016, mas de 4,8 millones viven como refugiadas en países vecinos [6]. Como sucede en todas las situaciones de emergencia humanitaria, uno de los grupos más vulnerables es el de mujeres y niñas. Cientos de millónes de mujeres sirias, incluidas las refugiadas y las que todavía permanecen en Siria, están embarazadas o necesitan algún tipo de atención materna [7].
• En situaciones de conflicto, aumenta considerablemente el número de familias encabezadas por mujeres, tanto durante el conflicto como después, y con frecuencia son las más empobrecidas. Se calcula que entre el 20 y el 30% de los hogares desplazados internamente en Yemen están encabezados por mujeres. [8].
• Puesto que las mujeres son más vulnerables a la pobreza en contextos de conflicto y después de los conflictos, se ven obligadas a participar de forma más activa en el mercado laboral impulsadas por la necesidad. No obstante, en general, sólo pueden acceder a trabajos familiares no remunerados o a trabajos con salarios bajos que exigen poca cualificación y que suelen desempeñar en la forma de autoempleo en actividades informales, lo que aumenta aún más el riesgo que las mujeres participan en el comercio sexual. [9].
• Sólo el 9% de los agricultores en países inmersos en conflictos o que acaban de salir de un conflicto son mujeres, frente al 19% a escala mundial [10].
• Se calcula que 60 % de las muertes por mortalidad materna que se pueden prevenir se producen en entornos de conflicto, desplazamiento y desastres naturales. [11].
• Las niñas tienen 2,5 veces más de probabilidades de no estar escolarizadas en países afectados por conflictos, en comparación con sus contrapartes de países sin conflictos. [12].
Desastres
• Desde 1970, el número de personas expuestas a inundaciones y ciclones tropicales se ha duplicado y las mujeres, las niñas y los niños enfrentan una carga excesiva durante y después de las crisis [13].
• Con el cambio de temperaturas, el aumento de las precipitaciones y el nivel de los mares, entre otros factores, el cambio climático mundial ya está modificando el nivel de peligro y exacerbando los riesgos de desastres. La Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) estimó que entre 2005 y 2010, el 87 por ciento de los desastres estuvieron asociados al clima [14].
Las mujeres y las niñas están desproporcionadamente expuestas al riesgo, a la pérdida de sus medios de vida, seguridad, e incluso vidas, durante y después de los desastres. En general, los desastres naturales matan a más mujeres que hombres y matan a las mujeres a una edad más temprana que los hombres [15].
• La falta de datos sigue suponiendo una traba para comprender y prevenir de forma adecuada el impacto de los desastres en las mujeres y las niñas en comparación con los hombres y los niños, así como para responder a dichas repercusiones. De las investigaciones realizadas se concluye que:
o Durante desastres como las sequías, las inundaciones y las tormentas mueren más mujeres que hombres a causa de desigualdades de género estructurales [16].
o Más del 70% de las personas que murieron a causa del tsunami que azotó Asia en 2004 fueron mujeres [17].
o El huracán Katrina, que azotó Nueva Orleans (EE.UU.) en 2005, afectó principalmente a mujeres afroamericanas que componían la comunidad más pobre y marginada de la región [18].
o Se calcula que el 87% de las mujeres solteras y el 100% de las mujeres casadas perdieron su principal fuente de ingresos cuando el ciclón Nargis azotó el delta de Ayeyarwady en Myanmar en 2008 [19].
o En Nepal, luego del terremoto de 2015, las mujeres conformaban el mayor grupo de personas perjudicadas. Se estima que alrededor de 1,5 millones de mujeres y niñas adolescentes necesitan apoyo específico en los 14 distritos más afectados, incluyendo 93.000 embarazadas y 40.000 mujeres en situación de riesgo inmediato de violencia de género [20].
• Un informe reciente publicado por Plan International señala que los gobiernos y los agentes humanitarios pasan por alto la discriminación de género, lo que tiene terribles consecuencias para las adolescentes. Los hallazgos del informe revelan que las niñas reciben menos comida cuando escasean los alimentos, que los niños suelen recibir un trato preferencial frente a las niñas en los esfuerzos de rescate, y que existen más posibilidades de que las familias saquen a las niñas de la escuela y de que éstas no regresen para continuar sus estudios. También se observó que los desastres y las emergencias incrementan las posibilidades de que las niñas se vean obligadas a contraer matrimonio infantil y realizar trabajos domésticos o acaben sufriendo abusos sexuales [21].
• Durante los desastres naturales, las posibilidades de que se produzcan violaciones, explotación sexual y comportamientos de riesgo aumentan considerablemente las probabilidades de que se den embarazos no deseados, infecciones de transmisión sexual (ITS) y complicaciones relativas a la salud reproductiva [22].
• En muy pocos casos las evaluaciones de los daños y las pérdidas provocados por los desastres se desglosan por sexo y, en general, se registran en términos de recursos productivos, que suelen ser propiedad de hombres. Esto se traduce en una infravaloración considerable de su repercusión en las mujeres [23].
Inversión en la igualdad de género en el marco de la acción humanitaria
• Solo el 0,4% de la financiación para estados frágiles fue entregada a grupos de mujeres o ministerios de la mujer en 2012-13 [24].
• En 2014, la financiación humanitaria para la respuesta a las crisis de todo el sistema de las Naciones Unidas alcanzó un total de 9.400 millones de dólares estadounidenses. Pero solo el 4 % de los proyectos de los llamamientos interinstitucionales eran específicos para los asuntos de género, lo que significa que no hubo un aumento con relación a los años anteriores [25].
• El total de la asistencia internacional humanitaria procedente tanto de donantes públicos como privados aumentó por segundo año consecutivo, alcanzando otro máximo histórico. Hasta casi una quinta parte (el 19 por ciento) del año anterior, las contribuciones totalizaron USD 24,5 mil millones[26].
• Hace cinco años se introdujo un ‘marcador de género’ para hacer el seguimiento de la proporción de la financiación dedicada a la igualdad de género y el empoderamiento de las mujeres. Sin embargo, pese a las mejoras en la elaboración de informes, casi dos tercios del financiamiento no empleó el marcador de género en absoluto [27]. ONU Mujeres apoya activamente los esfuerzos actuales para actualizar y mejorar el marcador de género [27].
• El uso de datos desglosados por sexo y edad y de análisis comparativos entre los sexos son algunas de las formas más eficientes de fomentar la igualdad de género en los esfuerzos humanitarios. No obstante, en un informe se señalaba que muy pocas organizaciones humanitarias de primera fila especializadas en agricultura y seguridad alimentaria, educación, refugios de emergencia, salud o agua, saneamiento e higiene recababan y analizaban datos desglosados por sexo y edad específicos de cada contexto para utilizarlos como base para su programación humanitaria [28].
• Para fomentar la igualdad de género, las organizaciones humanitarias deben luchar por el equilibrio de género en todos los niveles organizativos. Sin embargo, un estudio reciente demuestra que los hombres siguen conformando la gran mayoría de los agentes humanitarios, en especial en los altos puestos directivos [29].
Notas
[1] OCHA (2015) World Humanitarian Data and Trends 2015. (p. 2).
[2] Informe de políticas de acción humanitaria de Oxfam, 2013, Gender Issues in Conflict And Humanitarian Action (Asuntos de género en conflictos y acción humanitaria) (p. 2).
[3] Vu, Alexander, Atif Adam, Andrea Wirtz, Kiemanh Pham, Leonard Rubenstein, Nancy Glass, Chris Beyrer, and Sonal Singh (2014). «The Prevalence of Sexual Violence among Female Refugees in Complex Humanitarian Emergencies: a Systematic Review and Meta-analysis” PLoS Currents. Public Library of Science.
[4] Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, “Tendencias Mundiales. Desplazamiento Forzado”, 2014. (p. 2).
[5] UNHCR (2016) Syria Regional Refugee Response, Inter-Agency Information Sharing Portal.
[6] UNHCR (2016) Syria Regional Refugee Response, Inter-Agency Information Sharing Portal.
[7] Fondo de Población de las Naciones Unidas, “Crisis en Syria” Exposición general
[8] OCHA (2015) Yemen Humanitarian Response Plan, (p. 8).
[9] ONU Mujeres, “Women working for recovery: The Impact of Female Employment on Family and Community Welfare after conflict” (Mujeres que trabajan para la recuperación. El impacto del empleo de la mujer en el bienestar de la familia y la comunidad tras un conflicto), 2012.
[10] Informe del Secretario General sobre las mujeres y la paz y la seguridad, 2014 (p. 21, párr. 50).
[11] World Health Organization (2015) “Reproductive Health in Humanitarian Emergencies Remains Fatal Omission”.
[12] UNESCO (2015) Education for All Global Monitoring Report, Policy Paper (p. 3).
[13] UNISDR, “Global Assessment Report?, 2011 (p. 32).
[14] Ibíd (p. 32).
[15] Organización Mundial de la Salud, “Gender, Climate Change, and Health” (Género, cambio climático y salud) (Ginebra, 2011); Igualdad entre los géneros y empoderamiento de la mujer en los desastres naturales, Informe del Secretario General (E/CN.6/2014/13) (p. 3).
[16] Organización Mundial de la Salud, “Gender, Climate Change, and Health” (Género, cambio climático y salud) (Ginebra, 2011); Igualdad entre los géneros y empoderamiento de la mujer en los desastres naturales, Informe del Secretario General (E/CN.6/2014/13) (p. 3).
[17] FNUAP, WEDO, 2009, Climate Change Connections: Women at the Forefront (Conexiones del cambio climático. Mujeres a la vanguardia) (p. 2).
[18] ibíd. (p. 2).
[19] ibíd. (p. 2).
[20] Inter-agency Standing Committee. Gender Alert, May 2015 (p. 2).
[21] 2013 Girl Report: In Double Jeopardy: Adolescent Girls and Disasters (Informe sobre las niñas de 2013. Doble riesgo: chicas adolescentes y desastres). Plan International Canada Inc. (p. 34, 17, 129).
[22] Igualdad entre los géneros y empoderamiento de la mujer en los desastres naturales, Informe del Secretario General (E/CN.6/2014/13) (p. 9).
[23] Women, Girls and Disasters: A review for DFID (Mujeres, niñas y desastres. Análisis para el DFID), Sarah Badshaw y Maureen Fordham, 2013 (p. 14).
[24] Calculado sobre cifras en: OECD DAC Network on Gender Equality (2015) «Financing UN Security Council Resolution 1325: Aid in support of gender equality and women’s rights in fragile contexts». (p. 1).
[25] Global Humanitarian Overview 2015 (p. 10); Global Humanitarian Assistance, 2014, Briefing Paper: Funding Gender in Emergencies (p. 3) and OCHA (2015) World Humanitarian Data And Trends, (p. 23).
[26] “Global Humanitarian Assistance Report 2015”, (p. 4).
[27] Global Humanitarian Assistance, 2014, Briefing Paper: Funding Gender in Emergencies (Documento informativo: financiación de género en emergencias) (p. 3).
[28] Dyan Mazurana, Prisca Benelli, Huma Gupta y Peter Walker, “Sex and Age Matter: Improving Humanitarian Response in Emergencies” (El sexo y la edad son importantes: mejora de la respuesta humanitaria en las emergencias) Feinstein International Center, Tufts University, agosto de 2011 (p. 10).
[29] DARA/HRI, 2011, The Humanitarian Response Index 2011. Addressing the Gender Challenge (El índice de respuesta humanitaria de 2011. Abordar el desafío de género) (p. 57).
[Página actualizada en mayo de 2016.]
[Fundación Sur]