Mujeres africanas y acaparamiento de tierras, por Paquita Reche. mnsda

2/11/2011 | Bitácora africana

Actualmente se habla mucho del acaparamiento de tierras de África. Hemos podido leer noticias en distintos medios de comunicación españoles y extranjeros, con titulares tan llamativos, como acertados: “Le banditisme de l´Etat”, “África está en venta”, “La fiebre de los cultivos perturba África”… Hemos leído el comunicado del Foro Social de Dakar 2011, que invitaba “a apoyar a todos los que luchan contra el acaparamiento de tierras y a presionar a los gobiernos nacionales e instituciones internacionales para que cumplan con sus obligaciones con los derechos de las personas y de los pueblos”. Nos han llegado alertas de ONG, como la de Oxfam, que denunciaban, cómo en Uganda, centenas de campesinos y campesinas se habían quedado en la indigencia, sin suficiente comida o dinero para enviar a sus hijos a la escuela. Hace pocos días la prensa senegalesa informaba de revueltas de campesinos en Fanaye, -valle del río Senegal- contra la cesión de 20.000 hectáreas de tierra a hombres de negocios italianos. Estas noticias y otras muy parecidas, han sacado a la luz problemas que se plantean actualmente en muchos países de África, algunos tan escandalosos como los creados por la cesión de más de 1.000 hectáreas de tierras de las más productivas y mejor irrigadas en Malí a inversores extranjeros, o las 43.000 hectáreas -superficie equivalente a Suiza-, o las cedidas por Etiopia, Mozambique, Liberia… (1)

El problema no es nuevo, pero, con la crisis del petróleo, inversores extranjeros han visto en África un lugar ideal para cultivar agro combustibles. Una idea equivocada sobre el desarrollo, ha llevado a ciertos países a acoger favorablemente la demanda de tierras para producir combustibles de trasporte, ya sea partir de cultivos comestibles, como el sorgo dulce, el cacahuete y el maíz, o bien de cultivos no comestibles como la jatrofa. Estos cultivos extensivos del tipo que sean, no sólo empobrecen las tierras, consumen gran cantidad de agua en países con problemas de sequía y se pierden tierras para producir alimentos para las poblaciones locales, lo que produce escasez y encarecimiento de precios.

Las empresas extranjeras y los políticos hablan de «desarrollo sostenible», cuando, en realidad, la demanda de tierras para producir agro combustibles o alimentos en beneficio de otros países, está derivando en la pérdida de tierras de cultivo de alimentos, de pastoreo y de bosques. Es decir empobrecimiento de las poblaciones locales y puesta en peligro su soberanía alimentaria. “Al igual que ya sucedió con la economía africana, cuando se explotaron los combustibles fósiles y otros recursos naturales para beneficio de otros países, existe el riesgo de que los agro combustibles se exporten al extranjero con un beneficio mínimo para las comunidades locales y para las economías nacionales. Los países se quedarán con suelos degradados, ríos drenados y bosques devastados” (2).

Desde 2008 con la crisis alimentaria y la subida del precio de los alimentos, la cesión o venta de tierras ha tomado dimensiones inquietantes. Ya no se trata de conseguir unas cuantas hectáreas para instituciones de interés social, o intereses particulares, a cambio de bendiciones, unas botellas de güisqui, o el pago de una cantidad simbólica a los jefes de tierra. Se trata de algo más grave, que amenaza a los agricultores y especialmente a las agricultoras, que son un pilar esencial de la agricultura. Se puede decir que en muchos países, las mujeres producen el 90% de los cultivos alimentarios y aportan a la agricultura, entre el 50 y el 80 % de la mano de obra.

El acaparamiento de tierras en África, concierne a las mujeres por el lazo especial que las une a la tierra y a la agricultura. Ellas tienen mucho que decir sobre el tema, como lo ha hecho la senegalesa Mariam Sow.

Mariam Sow, es una especialista senegalesa, miembro del Crafs, (Cadre de réfléxión et action sur le foncier, en Senegal), que constituye una red de ONG, organizaciones campesinas, institutos de investigación, asociaciones de consumadores, universitarios, etc. En una entrevista hecha, por Abou Kane, el 28-10-2011, dos días después de la revuelta de los campesinos de Fanayé, Marian Sow se pronunciaba sobre el problema del acaparamiento de tierras de Senegal, y pedía al presidente que detuviese las atribuciones de tierras, ya que, esas atribuciones perjudican a los agricultores, que serán expulsados de sus tierras o bien se convertirán en desgraciados obreros agrícolas. Piensa que ningún dinero puede compensar la tierra que se va. Está en juego el futuro de los agricultores, de los ganaderos y de todos los que viven de la tierra. La tierra no debe servir para solucionar los problemas de crisis de petróleo o de alimentación de otros países. Sus preguntas son muy pertinentes, lo mismo que las respuestas que da: “¿Por qué no ayudar la agricultura de los pequeños productores y que podamos nosotros mismos rentabilizar nuestras tierras?”. “Las inversiones exteriores no hacen nuestro desarrollo”. “La tierra debe permanecer en las manos de las poblaciones que evolucionan en su propio territorio” (3).

Durante el Foro social de Dakar 2011, se pudo ver a muchas mujeres acompañando una gran pancarta que transmitía el mismo mensaje y, al mismo tiempo invitaba a la reflexión: “Acaparamiento de tierras en África, peligros y desafíos”.

Ante los peligros y desafíos que crean el acaparamiento de tierras en África, las mujeres africanas también se movilizan.

(1) Informaciones recogidas en distintos artículos de prensa escrita y digital.

(2) Informe de Amigos de la tierra, “África: El acaparamiento de tierras”, www.foeurope.org.

(3) Walf Fadjiri www.allAfrica.com

Autor

  • Nació en Chirivel (Almería). Estudió Magisterio en Almería, Licenciaturas de Pedagogía y de Filosofía, en la Complutense de Madrid.

    Llegó por primera vez a Africa en 1958 (a Argelia): después estuvo en Ruanda, Guinea Ecuatorial y desde el 1975 en Burkina Faso.

    En África trabajó como profesora en el Instituto Catequético Lumen Vitae de Butare, Profesora de enseñanza secundaria de español y filosofía; Universidad Popular (filosofia). También ha colaborado con Asociaciones de mujeres y con niños de la calle en Burkina Faso.

    Está en España desde 2004, actualmente, en Logroño. Colabora con la revista de los misioneros de África "Africana", Los Comités de Solidaridad con África Negra y con Rioja Acoge.

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