Según declaraciones del director general de Namibia Dairies, Gunther Ling, en una reciente reunión con los agricultores de Namibia, la «La actual sequía en Namibia es una grave preocupación y afecta a todas las personas en este país, desde los granjeros hasta a las industrias y a los consumidores».
El directivo del Sindicato de Agricultores Namibio (NAU), Sakkie Coetzee, se hizo eco de estos sentimientos y advirtió que en caso de persistir la sequía tendría un impacto negativo en la subsistencia de todos los ciudadanos y, en última instancia, en la economía en general.
Coetzee explicó que como resultado de la falta de lluvias se había limitado, incluso desaparecido, la alimentación disponible para los animales de granja, que a su vez había causado un aumento de al menos el 20% de los costos de alimentación en los últimos meses. Sobre una base anual, el costo del alimento había sufrido un incremento del 50% desde julio del año pasado. «El mantenimiento de los suministros de alimentos se ha convertido así en un ejercicio muy costoso, por lo que recientemente se ha producido un aumento en el precio del maíz y la pasta. La triste realidad es que los precios de los alimentos han aumentado drásticamente y el costo de los productos de la cesta de la compra se incrementará. Los agricultores no están en condiciones de asumir estos costes agobiantes».
Destacando la urgencia de la situación a la que enfrentan los granjeros, el agricultor local Roelie Venter señaló que «Cuando tenemos un corto período de sequía, en cuanto llueve se obtiene excedentes de hierba, sin embargo con esta prolongada sequía no se puede esperar esto por lo que tenemos que hacer frente al impacto inmediato de incrementar los costos de alimentación, así como preocuparnos por el impacto ambiental a largo plazo de esta prolongada sequía». Según el Gerente de productos básicos de la NAU, Harald Marggraff, existe un riesgo real de que algunos granjeros lo pierdan todo.
Marggraff afirmó que «Muchos agricultores están de rodillas, orando por algo de lluvia. No creo que las personas se dan cuenta de lo grave del asunto y el efecto dominó que tendrá en la cadena de suministro. Será una situación muy desagradable para todo el mundo».
Namibia Economist
[Fundación Sur]