Conforme pasan los días, mejor se comprende los principales objetivos de la diplomacia americana en los Grandes Lagos: los recursos mineros, las secuelas del genocidio y la implantación del integrismo musulmán. Corresponde a los dirigentes de la región integrarse en la dinámica americana para no situarse al margen de las operaciones proyectadas por Washington.
Las revelaciones de Wikileaks siguen produciendo estragos en el mundo, en cuanto que conducen a entrar en los meandros y bambalinas de la diplomacia secreta americana.
OBJETIVOS CLAVE
En el ámbito de la región de los Grandes Lagos, las revelaciones de Wilileaks han revelado los objetivos clave de la superpotencia mundial. Si bien no se aportan más que cosas que ya se sabían, al menos sirven para que caigan las máscaras. Las instrucciones de Washington a sus embajadas en la región son claras y tiene tres ejes: recursos mineros, secuelas del genocidio e implantación del integrismo musulmán.
Según Wikileaks, los EEUU adoptaron a Ruanda como punto focal de su despliegue en la región de los Grandes Lagos. Se desvelan felicitaciones dirigidas directamente desde la administración americana al régimen de Kigali por su total “cooperación”.
Marcellin Sole, consultor de la Oficina de Estudios y de Desarrollo (BED), en un análisis titulado “Los intereses occidentales y la inestabilidad política en RDC”, afirma, citando a Wikileaks, “si los USA han agradecido a Kagame los servicios prestados, les gustaría igualmente poseer amplias informaciones sobre la implicación del FPR (partido de Kagame) en el dossier de las violaciones de los derechos humanos y, sobre todo, sobre las divisiones en el círculo restringido entorno al presidente ruandés”.
“Burundi es presentado como un país sin liderazgo que puede en cualquier momento bascular en una nueva guerra civil. La RDC, gigante minero, inquieta los servicios americanos que la vigilan de cerca. Dirigida por una clase política de predadores, este país corre el peligro de fragilizar el equilibrio de fuerzas que Washington desearía instalar en la región para bloquear el avance del terrorismo islámico a partir de Somalia y de Sudán. Uganda, país que está en el frente anti-islamista, corre el peligro de comprometer su relativa estabilidad a causa de la corrupción endémica del régimen del presidente Museveni”.
LOS TEMORES DE WASHINGTON
Marcellin Sole predice que Washington temería que la pobreza endémica se extendiera a partir de Uganda en el conjunto de la región, lo que serviría de rampa de lanzamiento para el integrismo musulmán. A su juicio, Washington teme que manos fuera de su control, se hagan con las riquezas minerales de la región; se hace eco de la predicción del británico Thomas Harding sobre un golpe militar en Uganda en 2023 para detener la insurrección de las poblaciones empobrecidas, a causa de “la crisis provocada por la compra de tierras y minas por los capitales occidentales y chinos en detrimento de las poblaciones locales que se empobrecen”. Marcelin Sole, apoyándose en las predicciones de Harding señala que “excedidos por la miseria endémica y siguiendo el ejemplo de la RD Congo, en crónico caos, las poblaciones ugandeses querrán rebelarse atacando los intereses de acaparadores extranjeros y sus servidores nacionales”; insurrección popular que podría extenderse a todos los países de la región, invadidos por capitales depredadores.
En esta ficción del tipo “Apocalipsis Now”, Marcelin Sole escribe que “el periodista Thomas Harding ha querido enviar un mensaje que podría inspirar a las nacientes democracias de África: el capitalismo salvaje, frente a los problemas de la industria alimentaria y de la ecología, podría acarrear desgarros sociopolíticos de consecuencias desastrosas, no sólo para los Estados africanos, sino también para el equilibrio geoestratégico que Occidente desearía instaurar ante el ascenso de potencias como China e India”.
Para los EEUU, la RDC sería clave para garantizar su hegemonía y el control de la región. De ahí la especial atención que muestran para estabilizar este espacio. La presencia activa del AFRICOM sería una prueba clara. Refiriéndose a los papeles de Wikileaks, Sole piensa que la estabilidad de la RDC es una necesidad para lograr una región pacificada y fuera del alcance del empuje del integrismo musulmán.
Aunque las revelaciones de Wikileaks hayan sido calificadas por Washington como “crímenes que ponen en peligro la diplomacia internacional”, tienen la ventaja de que pueden servir de guía a los dirigentes de los países concernidos. Gracias a Wikileaks se sabe que la presencia americana en los Grandes Lagos está motivada por el hecho de que la RDC es el elemento pivote del puzle. Le corresponde a Kinshasa leer los signos de los tiempos para integrar en su política los objetivos clave de la diplomacia americana; todo ello para defender mejor los intereses de la RDC.
(Le Potentiel/Kinshasa, RDC, 30/12/2010)
Traducción y edición de Ramón Arozarena.
