A nivel mundial, UNICEF estima que la violencia sexual ha afectado a unos 370 millones de niñas y mujeres jóvenes, aproximadamente una de cada ocho. La cifra se eleva a 650 millones, una de cada cinco, si se tienen en cuenta las formas de violencia sexual «sin contacto», como el abuso verbal o en línea.
Más de 79 millones de niñas en África subsahariana han sido violadas y agredidas sexualmente, según la ONU. «Es aterrador«, dijo Nankali Maksud, especialista en violencia infantil de UNICEF con sede en Nairobi, Kenia. «Son generaciones de trauma«. Las niñas que habían sufrido el trauma del abuso sexual a menudo no podían aprender en la escuela.
El informe señala que, si bien las niñas y las mujeres fueron las más afectadas, entre 240 y 310 millones de niños y hombres, o aproximadamente uno de cada 11, han sufrido también violación o agresión sexual durante la infancia.
«La violencia sexual contra los niños es otra mancha en nuestra conciencia moral«, dijo la directora ejecutiva de UNICEF, Catherine Russell. «Inflige un trauma profundo y duradero, a menudo por parte de alguien que el niño conoce y en quien confía, en lugares donde debería sentirse seguro«, dijo. Las cifras más altas se registraron en “entornos frágiles”, incluidos aquellos con instituciones débiles, donde hay fuerzas de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas o donde hay un gran número de refugiados. “Estamos presenciando una violencia sexual horrible de mujeres, en zonas de conflicto, donde la violación y la violencia de género se utilizan a menudo como armas de guerra”, dijo Russell.
El África subsahariana tuvo el mayor número de víctimas, con 79 millones de niñas y mujeres afectadas, seguida de 75 millones en Asia oriental y sudoriental, 73 millones en Asia central y meridional, 68 millones en Europa y América del Norte, 45 millones en América Latina y el Caribe, 29 millones en África septentrional y Asia occidental, y 6 millones en Oceanía.
Claudia Cappa, directora de estadística de UNICEF, señala que la publicación de unas cifras de este tipo es una novedad, ya que se calcula utilizando datos nacionales y programas de encuestas internacionales de 2010 a 2022, reconociendo que inevitablemente se encuentran lagunas en los datos, así como también información insuficiente por parte de algunos países.
Este crudo, injusto e inhumano abuso de poder, destruyendo la dignidad y la vida de millones de niñas y mujeres, está directamente unido a las guerras y a la violencia, que las poderosas empresas, estados fundamentalistas y corruptos gobernantes imponen sobre pueblos indefensos para saquear además sus tierras, recursos y medios de vida digna. En vez de valorar y empoderar a las personas, solo buscan el poder y control del capital y de su ideología.
Si buscamos una nueva regeneración hacia una convivencia más humana, pacífica y solidaria, necesitamos comprometernos en un proceso de educación más integral y global, para que la mayoría de los pueblos trabajemos juntos por la dignidad humana y planetaria, libres de toda opresión fundamentalista.
CIDAF-UCM