Migrantes nigerianos a su llegada a Italia

14/11/2016 | Crónicas y reportajes

Llegan por centenares cada mes, el sueño europeo en sus cabezas, mientras que a muchos de ellos les esperan años de esclavitud sexual. Pero en los puertos italianos, rescatar a los jóvenes nigerianos de los traficantes es un verdadero reto.

En cada desembarco de inmigrantes rescatados en el mar, se desarrolla el mismo ritual: un breve examen médico, una primera comprobación de identidad, peluches para los niños y… un experto de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) especialmente atento a las mujeres jóvenes.

Desde finales de 1980, Italia ha visto entrar a muchas nigerianas atraídas por la promesa de un trabajo en Europa, pero atrapadas en una enorme deuda con sus contrabandistas. Y en los últimos años, el tráfico se ha disparado: según los datos de la OIM, 433 nigerianos llegaron a las costas italianas en 2013, 1.454 en 2014, 5.653 en 2015 y 7.768 a 30 de septiembre de este año, sin contar a cientos de menores de edad, algunos de tan sólo 12-14 años. «Entre el 70 y el 80% de ellos son susceptibles de ser obligadas a prostituirse» en Italia, Francia, España, Austria, etc., donde la demanda es cada vez mayor, dice el experto de la OIM, Luca Pianese. En los puertos, él y sus colegas, entre ellos dos mujeres nigerianas, están atentos a las señales entre los recién llegados: las víctimas de las redes por lo general provienen de Estado de Edo, en el sur de Nigeria, tienen un nivel muy bajo de educación, dicen que tienen dificultades para recordar su viaje…

Rompiendo el sueño

Llevan un número de teléfono para contactar a la llegada, pero a menudo, un miembro de la red les acompaña. «Por tanto, debemos ser capaces de separar las “falsas” hermanas, los “falsos” maridos», explica Luca Pianese. Luego viene la etapa más delicada. Llegan aquí llenos de esperanza, confiando en un futuro mejor, pero es nuestro deber, por desgracia, romper ese sueño», explicándoles su trabajo en las carreteras a las afueras de las ciudades, los 10-20 clientes diarios a veces violentos, por menos de 20 euros …
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Añadir a estas noticias una más positiva: la legislación italiana garantiza un permiso de residencia y orientación a las víctimas de las redes de prostitución, incluso si aún no han sido explotadas. Sin embargo, según la OIM, sólo 300 mujeres jóvenes han aceptado la ayuda a su llegada entre el año pasado y los primeros ocho meses de este año. Esto no sorprende a la hermana Mónica Chikwe, una monja nigeriana en Italia que coordinar una vasta red de refugios gestionada por las comunidades religiosas para las víctimas de estas redes de tráfico. En Nigeria, «nadie les ha dicho la verdad», y cuando se habla de Europa, «las chicas sólo ven el brillo», cuenta la monja.

Para muchos, el abuso y la violencia ya han comenzado durante el viaje, particularmente en Libia, pero ser conscientes de ello se mezcla con el miedo a los contrabandistas que, a pesar de todo, han mantenido su promesa de llevarles a Europa.

De 20 a 50.000 euros a devolver

Y aquellos que tienen dudas no tienen idea de la violencia ni de la enormidad de la deuda que les espera, por lo general entre 20 y 50.000 euros que ellos se han comprometido a pagar.

Además, todas las víctimas están unidas por ritos de vudú, a veces crueles, realizados antes de la salida y temen una maldición o represalias contra sus familias si no paga su deuda.

La mayoría aguardan en silencio y siguen el flujo hasta un centro de acogida donde los traficantes vendrán a recogerlos. Sin embargo, la OIM les ha quitado previamente los números de teléfono.

A principios de la semana pasada, la policía pudo liberar a una joven nigeriana que aterrizó el 24 de octubre y que había pedido ayuda después de verse secuestrada por tres compatriotas que la obligaban a prostituirse, exigiéndole que les pagara 30.000 euros.

El Gobierno italiano ha asignado 15 millones de euros para construir más refugios. Los existentes ya están llenos.

slateafrique.com

Fundación Sur

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