Menos palabras que empiecen por “bu”, por Leo Ramos Sierra

6/04/2017 | Bitácora africana

Siempre he pensado que las misas que se celebran con niños, en concreto las homilías, y en general toda comunicación con los niños, son muchísimo más difíciles que las misas con los adultos. ¿Por qué? Porque su nivel de abstracción es muy reducido y hay que hacer un esfuerzo grande para adaptarse uno a su nivel de comprensión. Los adultos estamos habituados a utilizar muchas palabras abstractas que un niño, a menudo, no entiende. Necesita ejemplos concretos, imágenes, historias que expliquen o ilustren lo que se quiere decir. De lo contrario, los niños no se enterarán.Pero lo curioso de esto es que a menudo a los mayores nos pasa lo mismo: se nos quedan la imagen o el ejemplo concretos; y es lo que recordamos y lo que nos sirve para entender y vivir en el futuro. ¿Por qué? Porque al final, se trata de entroncar el Evangelio con la vida, o la vida con el Evangelio, como se quiera. Gran problema que tenemos en Occidente.

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Pues mirad, al llegar a Zimbabue y tener que empezar a predicar, me encuentro con una asamblea en la que gran parte de ellos son analfabetos; algunos chapurrean inglés, pero muchos no saben hablarlo mínimamente como para entender muchos conceptos a los que uno suele estar habituado; y para colmo de males, o mejor, para colmo de bienes como veréis después, resulta que el tonga es, como la mayoría de las lenguas bantúes, una lengua muy práctica y ágil: muchos verbos y, en comparación a éstos, pocos nombres y adjetivos.

En efecto, en tonga existen diferentes categorías de nombres. En una de ellas se encuentran los nombres que empiezan por “bu”, que mayoritariamente son nombres abstractos (aunque también se puedan encontrar algunos nombres abstractos en otras categorías). Pues da la casualidad de que los nombres de este tipo son pocos; están algunos, los que son muy muy usados, como buntu (humanidad), bubotu (bondad), bukali (enfado). Total, que en muchas ocasiones para expresar una idea que en español lo hacemos con un término, en tonga hemos de dar un rodeo, emplear un ejemplo… y esto hace que se le desarrolle a uno la imaginación y la manera de expresar ideas.

Por este mismo esfuerzo que tengo que hacer para las homilías, para explicar el Evangelio y relacionarlo con la vida, me siento afortunado, ya que me obliga a hacer un ejercicio previo de mirar la realidad con otros ojos, los ojos de Jesús, intentando buscar ejemplos de la vida que acerquen a Dios a la gente. Sin querer ponerme yo a la altura de Jesús, en el fondo es la pedagogía que él tenía cuando predicaba. Sus parábolas no son más que ejemplos sacados de la realidad con los que intenta mostrar qué es el Reino de Dios.

Total, que estos días previos a la Semana Santa, están siendo unos días de arduo trabajo para preparar las homilías del Domingo de Ramos, Jueves Santo, Viernes Santo y Pascua. Pero me están ayudando también mucho a profundizar de otra manera en el Evangelio, lleno de imágenes y ejemplos del día a día; y también a descubrir otra realidad, más sencilla, más llana, más de andar por casa, podríamos decir.

Creo que a menudo muchos cristianos de Occidente, sobre todo los curas, adolecemos de esta capacidad de mirar lo sencillo de la vida, lo cotidiano… Olvidamos que el Evangelio o es concreto o no es. Pasamos por alto nuestros sentidos y son éstos los que nos dan acceso a la realidad: lo que veo, lo que escucho, lo que huelo, lo que gusto, lo que toco… En el fondo, se trata de saborear la realidad, de comérnosla con todas las ganas del mundo, de llenarnos de ella. Y cuando no tenemos esto en cuenta así nos va, hablando con muchos términos abstractos, de muchas teologías y del sexo de los ángeles; cuando lo que necesitamos son menos palabras que empiecen por “bu”.

Original en : Testigo en Zimbabue

Autor

  • Ramos Sierra, Leo

    Leonildo (Leo) Ramos Sierra nación en la ciudad suiza de Lucerna en 1.972 .

    Sacerdote diocesano de Salamanca destinado en Zimbabue como asociado del IEME, el Instituto Español de Misiones Extranjeras. Llegó a Zimbabue el 26 de julio de 2016 trabaja en la diócesis de Hwange. Vive en una población de unos 3.000-4.000 habitantes llamada Binga, junto al lago Kariba, a lo largo del cual se encuentran los tongas, pueblo bantú que también vive en el fue de Zambia y, en menor medida, en Mozambique

    Se define como Buscador de preguntas y de respuestas. De vida y de plenitud. Buscador del hombre. Buscador de Dios. y tabién en su blog Mwapona.com

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