La agencia de ayuda humanitaria, Médicos sin Fronteras, MSF, ha cerrado dos de sus oficinas en el este de Chad, y evacuado a todo su personal, después de haber sufrido varios robos armados. La organización ha comunicado que todas sus actividades en Ade y en Goz Beida quedan suspendidas indefinidamente, dejando a 70.000 personas sin acceso a los servicios sanitarios.
“El hecho de que MSF esté siendo atacada con regularidad supone una amenaza a la capacidad de dar asistencia a la población del este de Chad, tanto de nuestra agencia como de las demás”, aseguraba el jefe de la misión de MSF en Chad, en un comunicado, en el que se aseguraba que “Al final, los que más sufren son los enfermos y los más vulnerables”.
MSF declara que los incidentes del fin de semana, junto con los robos armados a otras dos organizaciones y el secuestro de un vehículo de Naciones Unidas, han supuesto la gota que colma el vaso de los ataques a las agencias humanitarias que llevan produciéndose los últimos seis meses.
El Gobierno de Chad está combatiendo una esporádica rebelión en el este del país, que hace frontera con la inestable región sudanesa de Darfur.
Los rebeldes, a principios de este año, alcanzaron la capital, Yamena, antes de ser expulsados de nuevo.
(IOL, 03-10-08)