El antiguo presidente de Suráfrica, Thabo Mbeki, ha atacado lo que él cree que era una gran mentira que amenaza con corromper Suráfrica, negligencia que le costó prácticamente la presidencia.
Mbeki, en su primer comunicado público desde que dejó el gobierno poco después de la polémica sentencia del juez Chris Nicholson, que ha sido invalidada esta semana por un tribunal de apelación, no tiene planes de acción, como demandar, pedir disculpas públicas o incluso poner una queja formal ante la Comisión de Servicios Judiciales, por la conducta del juez Nicholson.
La portavoz de Mbeki ha explicado que todavía no se ha discutido sobre tomar acciones legales contra nadie, refiriéndose al juez Nicholson. Ante la pregunta de si Mbeki consideraba que el partido en el gobierno de Suráfrica, el African National Congrgess, ANC, le debía una disculpa, por haberle destituido de la presidencia, la portavoz del ex presidente, declaró que esa pregunta deberá hacerse directamente al propio partido.
En esa dirección, el tesorero del partido, Mathews Phosa, declaró que el ANC no se arrepiente de haber destituido a Mbeki, porque “la sentencia de Nicholson fue sólo una de las causas en las que el partido basó su recusación”.
El día 13, el Tribunal Supremo de Apelación invalidó por unanimidad la sentencia del juez Nicholson, por la cual Mbeki se vio obligado a presentar su dimisión, a petición del partido.
El Tribunal Supremo descalificó la sentencia calificándola de imprudente, mal informada e injustificada.
Mbeki pidió a todos los surafricanos que se enfrenten a “la propagación de la falsedad deliberada para alcanzar diversos objetivos”, antes de que ello se convierta en una cultura afianzada de la corrupción en el país.
(African Press Agency, 14-01-09)