Casi 2.000 mesas de votaciones por toda Uganda han entregado urnas con más votos del número de personas que habían votado, según ha declarado Demgroup, Democracy Monitoring Group o grupo de vigilancia de la democracia.
Según un comunicado detallando las observaciones preliminares de la misión de observación electoral del consorcio, el 7 por ciento de las 23.968 mesas electorales, que representan al menos a 1.677 centros que Demgroup observó al azar, tenían votos “fantasma”. Sin embargo, Demgroup no ha desvelado el candidato en particular que se beneficia de dicho votos.
El actual presidente, Yoweri Museveni ha sido declarado vencedor de las elecciones presidenciales con más del 60 % de los votos emitidos.
“El siete por ciento de los centros electorales presentaron más papeletas de voto sacadas de las urnas que el número de personas que habían votado”, señala el comunicado publicado el día 21 de febrero.
El portavoz del grupo, Charles Willy Ochola afirmó que no puede hacer comentarios con autoridad, porque todavía no había visto el informe de Demgroup.
Servicios de Seguridad
Sin embargo, dijo, el sistema de cómputo de la comisión ha sido diseñado de tal manera que puede descubrir estos casos.
Los observadores de Demgroup también señalan incidentes de violencia e intimidación por parte de agentes de partido, elementos de los servicios de seguridad y líderes de partido, principalmente en el este y el norte del país. Casos similares se registraron en Kampala y Masake.
El grupo condenó los errores cometidos por la Comisión Electoral, alegando que la Comisión no tenía razón para gestionar mal las elecciones, porque tuvo mejores facilidades comparado con las previas elecciones de 2006.
“Los problemas de administración de las elecciones son totalmente inaceptables, dado que la comisión tenía buenos recursos, leyes aprobadas a tiempo y sin cambios significativos que pudieran causar trastornos para que la comisión publicase su plan”, afirma el comunicado.
Parecía desierto
“Comenzar las votaciones en la mayor parte del país mucho más tarde de las 9, incluido Kampala, es señal de mala gestión, y nada más”, señaló el presidente de Demgroup, el reverendo Sylvester Arinaitwe.
La semana pasada, el día 18 de febrero, el presidente de la Comisión Electoral, Badru Kiggundu, pidió perdón por el retraso en el comienzo de las elecciones y otros errores de organización de las mismas.
Mientras tanto, ahora que han pasado las elecciones presidenciales y parlamentarias, los negocios y la vida en las grandes ciudades de todo el país vuelven a la normalidad.
Unos días antes de las elecciones, algunos residentes abandonaron Kampala, algunos para votar en sus lugares de registro en las zonas rurales, y otros por temor a que las elecciones se tornaran violentas.
La ciudad parecía desierta y tranquila con sólo los oficiales del ejército y la policía patrullando en fila por las calles.
(Africa Review, Kenia, 21-02-11)
