Uganda acoge ahora a más refugiados que cualquier otro país africano, aceptando más refugiados que el número de personas a quienes se les concedió asilo para toda Europa en 2016.
Mientras que los refugiados que llegan están en relativamente buena salud, muchos hablan historias de violencia horrible en su lugar de origen o en su viaje, mientras que la escala de la afluencia de refugiados ha empujado hasta el límite a la política de refugiados ugandesa.
Jean-Luc Anglade, jefe de misión de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Uganda, declaró: «A pesar de la movilización humanitaria a gran escala, la respuesta de emergencia aún está lejos de ser suficiente, y muchas personas no disponen de agua ni de refugio… Si el flujo de refugiados no muestra signos de disminución, se necesitará un esfuerzo sostenido y a largo plazo para ayudar a estas personas durante los próximos meses, si no años».
Además de sus operaciones en Sudán del Sur, MSF dice que ha estado respondiendo a la crisis humanitaria en Uganda desde julio de 2016, con actividades médicas y de agua y saneamiento. Actualmente, MSF está trabajando en cuatro asentamientos de refugiados en el noroeste (Bidi Bidi, Imvepi, Palorinya y Rhino) proveyendo atención médica para pacientes hospitalizados y ambulatorios, cuidados de maternidad y cuidados nutricionales y actividades de vigilancia de salud comunitaria y agua y saneamiento.
La organización informó que también ha respondido a una afluencia de refugiados en Lamwo, en la frontera con Sudán del Sur, después de un ataque en Pajok, Equatoria Oriental, pero desde entonces ha entregado estas actividades a otras organizaciones.
«El acceso al agua es uno de los mayores desafíos en los asentamientos de refugiados y MSF ha incrementado sus operaciones en apoyo al agua», dijo MSF en un comunicado. En Palorinya, MSF produjo un promedio de dos millones de litros diarios desde el río Nilo, apoyando a más de 100.000 personas. En el mes de abril, MSF produjo 52 millones de litros de agua limpia en Palorinya. «Hay una interminable cascada de desafíos», dijo Casey O’Connor, coordinadora del proyecto de MSF en la zona.
Además de responder a la afluencia de refugiados, MSF ejecuta programas regulares en Uganda que proporcionan servicios de salud reproductiva sexual para adolescentes en Kasese, atención del VIH / SIDA para las comunidades pesqueras de los lagos George y Edward y servicios de vigilancia epidémicos en el hospital regional de Arua .
Fuente: Sudán Tribune
[Traducción y edición, Fernando Martín]
[Fundación Sur]
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