O Pais ha informado que la organización Save the Children publicó un comunicado, el pasado 4 de marzo, en el que declaraba que en el este de la República Democrática del Congo (RDC), entre enero y febrero de este año, habían sido reclutados más de 400 niños por grupos armados, algunos de ellos de tan solo 14 años:
“Los socios locales de Save the Children, que trabajan para proteger a los niños en Kivu Norte y Kivu Sur, documentaron más de 400 casos de niños asociados a grupos armados entre enero y febrero de 2025, mientras la violencia se intensificaba en la parte oriental del país”.
Según información recogida por socios locales, algunos de los niños fueron reclutados en sus comunidades y llevados a la selva para ser entrenados en el manejo de armas contra su voluntad o, en el caso de las niñas, a menudo para ser sometidas a abusos sexuales.
El reclutamiento, la utilización y el secuestro de niños en conflictos armados es una grave violación del derecho internacional humanitario y puede constituir un crimen de guerra, recuerda Save the Children.
“Los niños suelen ser objeto de reclutamiento porque son baratos, más fáciles de controlar y manipular, y porque esperan que los adultos los protejan”, lamentó la fuente.
Esta organización no gubernamental (ONG) también destacó que desarrolla programas que apoyan a los niños que fueron rescatados de grupos armados y que en 2024 brindó asistencia a al menos 220 niños liberados “de grupos armados en Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur […] Estos niños [liberados] reciben apoyo psicosocial y económico para ayudarlos a reintegrarse en sus comunidades”.
Según la ONG, dependiendo de su edad, algunos niños podrán regresar a la escuela, mientras que otros podrán recibir formación vocacional “en habilidades prácticas como sastrería, carpintería o mecánica”.
Save the Children ha destacado que durante los últimos años la República Democrática del Congo ha logrado avances en la lucha contra el reclutamiento de niños, incluida la adopción de un plan de acción en 2012 y la creación de un grupo de trabajo técnico conjunto para coordinar su aplicación. Sin embargo, “aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar la protección de los niños y niñas contra todas las formas de violencia”, afirmó.
Fuente: O Pais
[Edición y traducción, Jesús Zubiría]
[CIDAF-UCM]
