Un grupo de 22 niños de la guerra de la liberación que fueron expulsados de Berg Aukas, en la región de Otjozondjupa, en el noreste de Namibia, en agosto del año pasado, quieren irse a vivir a Angola, donde, según ellos, nacieron.
Algunos de ellos se concentraron frente al consulado de Angola en Oshakati, el día 9 de mayo, donde se reunieron con funcionarios angoleños, para registrar su demanda.
Los diplomáticos angoleños no dieron permiso a los medios para cubrir sus discusiones con los niños de la guerra de la liberación.
Un portavoz del grupo, Thomas Mahoka, declaró a la agencia de noticias de Namibia, Nampa, en una entrevista antes de la reunión que querían vivir en Angola, desde que se han dado cuenta de que el gobierno namibio los ha abandonado e ignora su difícil situación.
“Puede que sea porque no hemos nacido en Namibia”, declaró Mahoka, añadiendo que querían que el gobierno de Angola, el país donde nacieron durante la lucha por la liberación, los dé autorización y transporte de vuelta al país, bajo el estatus de refugiados.
Los “niños de la lucha” quieren volver a Angola la próxima semana.
“El gobierno de Namibia no quiere escucharnos y nos niega las oportunidades de empleo desde que empezamos a demandar un empleo en el gobierno, en 2001”, explica Mahoka.
Los 22 chicos son parte de los cerca de 60 niños de la lucha de la liberación que fueron expulsados de Berg Aukas el año pasado, y transportados en camiones de las Fuerzas de Defensa de Namibia hasta Oshakati, en el noroeste.
Los camiones del ejército de Namibia los dejaron en la ciudad de Ekukum, de la región de Oshakati, en un campo de realojamiento, donde viven bajo un árbol, sin comida ni alojamiento apropiado desde agosto del año pasado. Mahoka no pudo aclarar nada más sobre el resultado de sus discusiones con los funcionarios de la oficina del consulado de Angola.
Reivindicaciones desde 1989
Los llamados “niños de la lucha” son unas 700 personas que aseguran que nacieron en el exilio, porque sus padres combatieron en la lucha por la liberación de Namibia, en el bando del movimiento Swapo, reconvertido en partido político tras la independencia, en 1990, y que gobierna el país desde entonces.
Este grupo reivindica desde hace años que el gobierno de Namibia debe darles determinados privilegios, como puestos de trabajo públicos.
Son niños abandonados en 1989, cuando el Swapo repatrió a unos 15.000 exiliados, aunque nadie conoce con certeza las circunstancias, puede que perdieran a sus padres en la guerra, fueran abandonados o “algunos de ellos intente aprovecharse del estado haciéndose pasar por “niño de la lucha”, según el ministro de Interior namibio.
En 2009, después de protagonizar una sentada de varios meses enfrente del ministerio de Asuntos de Veteranos de la Guerra, en la capital, Windhoek, para hacer oír sus reclamaciones, el gobierno intentó resolver el asunto enviado a unos 400 de ellos a un campo militar, a la Brigada Nacional de Juventud, situada en Berg Aukas, 500 kilómetros al noreste de la capital.
El plan era que iban a esperar allí a ser contratados poco a poco por diferentes ministerios. Pero, finalmente, gran parte de ellos fueron expulsados el año pasado del campo de la brigada nacional de juventud.
(New Era / Otras Fuentes, Namibia, 11-05-11)