Más de 15.000 misioneros españoles carecen de cobertura social y sanitaria

Con motivo de la Jornada del DOMUND, el subdirector nacional de las Obras Misionales Pontificias (OMP) denunció en rueda de prensa, que “de los 18.000 misioneros españoles: sacerdotes, religiosas y laicos, algo más de 15.000 carecen de la cobertura social y sanitaria mínima, que sí gozan los cooperantes en el extranjero. El motivo invocado es que la tradicional figura del misionero no tiene cabida dentro del actual Estatuto de los Cooperantes, que el gobierno socialista aprobó en abril de 2006.El reverendo. don Anastasio Gil declaró respondiendo a preguntas de los periodistas, que “ante esta injusticia flagrante, el Gobierno sólo tiene buenas palabras, pero no ha hecho nada para solucionar eficazmente esta situación de discriminación”.
Para ser beneficiario del Estatuto de Cooperante y garantizar los derechos laborales de estas personas, hace falta una relación laboral, con o sin remuneración, con una de las entidades registradas en la AECI (Agencia Española de Cooperación internacional). De este modo, sólo unos 1.400 españoles se benefician del Real Decreto que establece las normas de la Cooperación Española Internacional. Quedando excluidos 17.515 misioneros/as españoles, que realizan sus tareas de forma totalmente gratuita, voluntaria y permanente.
Cuando una de estas personas regresa a España, enfermo o anciano, después de haberse dejado la salud y gastado sus fuerzas en lugares y condiciones de vida de notable dureza, la Seguridad Social lo atiende “por caridad” en los servicios sanitarios, como si fuera un pobre emigrante, pues no están inscritos en ella. De igual forma, en el momento de la jubilación se les exige primero dos años de residencia en España y sólo reciben la pensión no contributiva, que mal llega para sobrevivir. Si bien, el caso de los sacerdotes, religiosos y religiosas es menos drástico, pues las diócesis y las órdenes y congregaciones contribuyen a paliar estas carencias, la situación es casi trágica para los 775 misioneros laicos, que con frecuencia parten con sus familias al Tercer Mundo y se encuentran con que su labor no goza de “ningún reconocimiento civil o laboral”. Así al regresar a España se encuentran sin derecho a las prestaciones por desempleo y con años sin cotización de cara a la jubilación. En África trabaja casi un 15% del total de los misioneros españoles, la mayoría (el 71%) está en América Latina y el resto en Asia y Oceanía.
(Funsur. 22-10-07)