No se puede hablar de actividades deportivas en el mundo sin hablar de África, representada en todo el mundo por el talento de sus atletas en casi todas las disciplinas. Sin embargo, el continente no es en sí mismo más que un mero espectador y consumidor de esta industria. Parece imprescindible para África, que dispone de un enorme potencial en materia de deporte, incluir este sector en su estrategia de desarrollo. Se necesitará a tal efecto, una dinámica de grupo dinámica y apoyarse en el sector privado.
El deporte es un sector que sufre continuos cambios, que experimenta un crecimiento bastante rápido y que no deja a nadie indiferente. Sin embargo, su impacto macroeconómico está subestimado. Según PricewaterhouseCoopers, es el único sector que no ha conocido la crisis y su mercado a nivel mundial debería experimentar un crecimiento anual del 3,7%. Debido a la falta de datos sobre este sector, sería difícil calcular su peso y su impacto en la economía. Sin embargo, si interesa tanto a la gente es que debe tener cierta importancia. Económicamente, puede influir positivamente no sólo en el valor de ciertos sectores y en el poder adquisitivo a través de los grandes eventos deportivos, sino que también puede crear muchos puestos de trabajo (directos e indirectos). De hecho, la globalización, la comercialización y la profesionalización del deporte han puesto este sector en el centro de la actividad económica: la venta de derechos de emisión, la venta de entradas, el aumento del patrocinio deportivo, la construcción e instalación de instalaciones deportivas y de ocio se han desarrollado un poco por todo el mundo.
En esta dinámica, África sigue quedando rezagada y mantiene su estatus de «proveedor» de materias primas. Un artículo Radio Francia Internacional censó en 2008 cerca de 260 jugadores africanos jugando en campeonatos de alta competición (primera división) en Europa, sin contar los que están capacitados pero juegan en categorías inferiores. Muchos han evolucionado en América del Norte (incluyendo Estados Unidos), y más recientemente en los países del Golfo (en particular, Qatar y los Emiratos Árabes Unidos). Y esto, sólo hablando de fútbol. Aunque existen competiciones a nivel local, e incluso competiciones a nivel de África, el hecho es que los atletas africanos se apuntan a salir del continente en cuanto tienen la oportunidad. De hecho, el deporte se percibe actualmente, por primera vez en África, como una actividad divertida y en menor medida como un cierto orgullo nacional, pero muy rara vez como una oportunidad de negocio.
Lejos de ser el sector del desarrollo para África, el deporte también tiene un papel que desempeñar en el desarrollo de África. Si el talento y el potencial de África en relación con el deporte aún no se ha demostrado, sería necesario repensar la estrategia africana referente a este sector a fin de satisfacer sus necesidades y beneficiarse de manera efectiva del retorno que puede conllevar.
Tener una mejor visibilidad del sector: estadísticas
Si el sector del deporte es capaz de contribuir a los objetivos de desarrollo, en particular en términos de puestos de trabajo, en los países africanos; es necesario hacer explícita esta contribución. Esta visibilidad permitiría orientar las acciones que se deben implementar a fin de aprovechar todo su potencial. En África, las estadísticas sobre el sector deportivo son completamente inexistentes. Sería necesario, por tanto, identificar los métodos y mecanismos para permitir la inclusión del deporte en la definición de las políticas de desarrollo. Esto debería ser posible sin tener que comprometer fondos adicionales para crear estructuras especiales o mecanismos adicionales. El dispositivo podría basarse ya sobre las estructuras estadísticas existentes. Si es posible disponer de información sobre el sector agropecuario y el turismo, debería ser posible disponer de información directa e indirecta relacionada con el deporte, a través de las Federaciones el Ministerio, etc. Se debería, en primer lugar, considerar el deporte como una actividad económica y determinar una definición que abarcara las actividades básicas de los deportes (explotación de instalaciones deportivas) y otros agentes económicos afectados directa o indirectamente por este sector (centros de formación, empresas de publicidad, fabricantes de artículos deportivos, minoristas, el sector del turismo, el sector de la salud, etc.).
Esto no supone que el sector deportivo no se tenga en cuenta en el establecimiento de los niveles económicos de los países sino que demuestra que la falta de datos específicos en este sector impide su visibilidad y el acceso a las oportunidades que ofrece.
Financiar actividades deportivas
Para obtener los máximos beneficios del sector del deporte, es imprescindible invertir. Si ampliamos el campo del deporte a todos los sectores involucrados de manera directa o indirecta, sería imprescindible que los países africanos impusieran un marco para la inversión en este sector. Esto permitiría al sector emerger a un nivel de competitividad económica de clase mundial. La principal fuente de financiación de las organizaciones deportivas en África consiste en cuotas, subvenciones de las federaciones deportivas internacionales (FIFA para el fútbol, FIBA para el baloncesto,…) y de los Estados y, en menor medida, de socios privados de forma muy irregular, que se aprovechan, en ocasiones, de algunas competiciones para hacer publicidad; colocando así el deporte en África a nivel amateur, aunque los clubes deportivos se denominan «profesionales». En algunos casos, cuando el espectador tiene que elegir entre un partido de una liga europea y una liga africana, la elección se hace rápidamente. Esto requiere definir una estrategia que permita profesionalizar el deporte con el fin de atraer inversiones innovadoras; y esto requerirá una fuerte implicación de los Estados.
El Estado deberá desarrollar las infraestructuras a través de asociaciones público-privadas. Se deberá fomentar la búsqueda de lugares rentables, reforzar el suministro del equipamiento adecuado, además de un mejor salario, una mejor calidad de los servicios. A esto seguirá el desarrollo de una serie de actividades relacionadas, que en sí mismas pueden mutar en entidades más grandes: audiovisuales, empresas de publicidad, la industria automotriz, el sector del transporte, la industria alimentaria, la inmobiliaria; todas favorables a la creación de empleo. Los países podrán posicionarse para organizar competiciones de nivel mundial y al mismo tiempo promover el turismo en el país. A cambio, los Estados pueden aumentar sus ingresos, a través de mecanismos de tributación y explotación de las estructuras, que podrán ser reinvertidos en otros sectores como el turismo.
Un enfoque comunitario
Dada la naturaleza variable del deporte dependiendo de las condiciones locales, este sector puede ser un instrumento de desarrollo a nivel nacional y continental, es parte de una comunidad dinámica. De hecho, existe una considerable sinergia entre el deporte y el turismo, favoreciendo la modernización de las infraestructuras y el aumento de la creación de nuevos mecanismos de financiación.
Dada la situación económica actual de los Estados africanos, éstos no podrían desarrollar solos, a nivel nacional, las infraestructuras deportivas. Por lo tanto, sería beneficioso para los países africanos participar, como comunidad, a través de los fondos de inversión, aunque el primer objetivo no sea la promoción del deporte. Los proyectos de naturaleza deportiva podrían estar ligados a proyectos destinados a la promoción del turismo, a la urbanización, a la competitividad o, simplemente, a proyectos de cooperación. Además, algunas acciones a desarrollar a nivel regional (libre circulación de personas y mercancías, armonización de impuestos fiscales,…) se podrían utilizar en la preparación y la sostenibilidad de los eventos deportivos más importantes y podrían a cambio beneficiarse de estos eventos para consolidar la integración. Este podría ser el caso de la CAN o el Afrobasket estos proyectos conjuntos podrían ser cofinanciados para asegurarse el transporte de los jugadores, su alojamiento o incluso facilitar su transición de un país a otro.
En los últimos años, el sector del deporte se ha transformado con maestría en una industria que es cada vez más de una gran importancia económica en todo el mundo, pero África parece bastante desinteresada en este sector. África, que tiene un enorme potencial en materia deportiva debería incluir este sector en su estrategia de desarrollo.
Por Foly Ananou
terangaweb.com
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