El gobierno de Marruecos ha comenzado a tomar medidas drásticas contra lo que considera una amenaza a los fundamentos religiosos y morales del reino, estas medidas van contra el islam chiíta y contra los gays, principalmente.
“Está en juego la imagen del estado”, asegura Mohamed Darif, un experto en movimientos islamistas en Marruecos.
“Las autoridades intentan demostrar que todavía son los garantes de los valores morales y religiosos en el país”, añade.
El pasado día 22 de marzo, se cerró la escuela iraquí de Baghdad, y el ministerio de educación declaró que el “sistema educacional de dicha escuela era contrario a lo previsto para las escuelas privadas en Marruecos”.
Esta decisión, según la explicación del ministerio, “se ha tomado después de que un ciudadano irakí pusiera una queja, contra la directora del colegio”, acusándola de expulsar a 3 niños por razones “confesionales” y por “propagar una particular práctica religiosa”. Esta “práctica” se refiere al islam chiíta, mientras que Marruecos es mayoritariamente de la rama moderada de esta religión, el sunni Malekita.
El periódico árabe independiente, Al Jarida Al Aoula, asegura que docenas de personas simpatizantes de los chiítas han sido arrestadas desde el pasado día 20 de marzo, en Tanger, al norte, en Essaouira, al sur, y en Ouyazze, 120 kilómetros al norte de Rabat.
Esta no es la primera vez que Marruecos va contra el islam chiíta. El ministro de Exteriores, Taeib Fassi Fihri, atacó recientemente a las asociaciones marroquíes que practicaban el islam chiíta, en el país, con el respaldo de Iran.
“Marruecos no puede aceptar las actividades de este tipo, directa o indirectamente, o a través de las llamadas organizaciones no gubernamentales”, destacó, criticando un “ataque a los fundamentos del país y a los cimientos del islam malekita.
La iniciativa del gobierno se amplía hasta la esfera moral, según las declaraciones del ministro de Interior en un comunicado, en el que se manifestaba decidido a combatir “con fuerza y en el marco de la legislación vigente todas las actividades, escritos y libros que pretendan atacar los valores morales y religiosos” de la sociedad marroquí.
Fuentes del gobierno han señalado que este contraataque va contra los artículos de prensa que piden mayor tolerancia con la homosexualidad en Marruecos.
El gobierno considera la homosexualidad contraria a los valores sociales y al islam, y algunos islamistas, concretamente el Partido de Justicia y Desarrollo, PJD, han condenado la campaña y han hecho un llamamiento para tomar medidas firmes.
Los periódicos han informado de alrededor de 20 gays arrestados recientemente en el centro del país.
A principios de este año se le negó el permiso a una organización feminista francesa, para abrir una oficina en Marruecos.
Fouzia Assouli, una activista por los derechos de las mujeres, asegura que este nuevo énfasis sobre los valores morales está relacionado con las elecciones, que tendrán lugar en junio de este año, y la determinación del gobierno para no dar a los islamistas un tema que criticar.
(News 24, Suráfrica, 24-03-09)
