El próximo 30 de julio se celebra el Día Mundial contra la Trata, y Manos Unidas participa activamente en todo el mundo para luchar contra esta lacra social .
Manos Unidas lleva décadas luchando contra la pobreza y sus causas, que son también origen y consecuencia de las situaciones de trata y tráfico humano. Y es que, el delito de la trata es un problema global, con víctimas de hasta 152 nacionalidades localizadas en 124 países del mundo y que se mueven a través de hasta 510 corrientes intrarregionales y transnacionales que, en el 5% de los casos, atraviesan el mundo entero y que tienen por víctimas a las personas de las regiones más pobres de Asia Oriental y Meridional y del África subsahariana.
Por eso, en los últimos 6 años Manos Unidas ha financiado con 1.151.852 € la realización de 16 proyectos especializados en la prevención del tráfico humano y el rescate y reinserción social y familiar de sus víctimas en países como India, Laos, Vietnam, Kenia, BenÍn, Togo, Gabón y Perú.
Togo y Gabón son, respectivamente, países de origen y destino de menores víctimas de tráfico. Aquí, las personas que trabajan para los traficantes van a los pueblos y engañan a jóvenes y a sus padres ofreciendo una vida mejor si se van con ellos y que podrán estudiar y ganar mucho dinero para ayudar a sus familias. Los pequeños abandonan el pueblo y las fronteras de Togo hacia Benín y Nigeria, y allí son embarcados en una patera para viajar durante cuatro días por mar hasta llegar a Libreville (Gabón). Las chicas son colocadas para trabajar en casas donde no recibirán nada o en los puestos del mercado como vendedoras ambulantes, sin derecho a la escuela ni a un sueldo y con una salud y alimentación precarias, además de sufrir golpes de sus patronas, quienes les impiden el contacto con su familia.
Manos Unidas ha financiado con 57.653 euros a las Carmelitas de la Caridad “Vedrunas” para construir en Togo, país de origen del tráfico infantil, el Centro de Formación en Derechos de la Infancia-“Kekeli’ al que asisten desde diciembre de 2015 más de 700 niñas rescatadas del mercado de Hanoukope, a las afueras de Lomé, capital de Togo. Allí son acogidas tras la experiencia de trata y explotación que han vivido y reciben educación, formación y apoyo jurídico. Y en Gabón, país de destino del tráfico infantil, se ha apoyado con 38.878 € el proyecto “Formación y prevención comunitaria contra el maltrato infantil”, que comenzó en 2013 y que se desarrolla a través de la asociación “Arc en Ciel” en el centro Espoir y en Moanda, zona rural a las afueras de la capital Libreville. Allí 970 niños en situación de vulnerabilidad están recibiendo formación y sensibilización sobre las posibles situaciones de trata y abusos a los que pueden verse sometidos, ya que, como asegura la misionera española Covadonga Orejas, responsable de estos proyectos: “la causa más profunda de la esclavitud infantil y del maltrato es la pobreza y la ignorancia”.
Manos Unidas
(Fundación Sur)