Mali ha reforzado la seguridad en sus ciudades, incluida la capital, Bamako, después del secuestro la semana pasada, de cinco occidentales, y el asesinato de seis, según ha declarado el ministro de Seguridad del país del África Occidental, el día 20 de noviembre.
En dos incidentes separados en el norte de Mali, dos franceses fueron secuestrados en un hotel, mientras que un surafricano, un holandés y un sueco fueron secuestrados en la histórica ciudad comercial de Tombuctú.
Un ciudadano alemán fue asesinado tras oponer resistencia en el segundo ataque.
“Tenemos que reforzar la seguridad porque lo que pasó en Tombuctú ha sido un toque de atención”, dice en un comunicado Sadio Gassama.
Mali ha sido criticado por sus países vecinos y por sus socios occidentales por no tomar las medidas suficientes para combatir el bandidaje, a los agentes locales de Al Qaeda y a los grupos que operan en la vasta región del Sahel, que atraviesa Níger, Mauritania, Argelia y Mali.
Los países están luchando por contener la creciente amenaza de los militantes islamistas, que operan por las remotas regiones del desierto del África Occidental.
Aunque todavía no está claro quién fue responsable de los secuestros, al Qaeda en el Magreb Islámico, AQIM, que opera en la región, ha reivindicado ser responsable de acciones similares en el pasado.
El ministro dijo que la policía y la guardia nacional de Mali llevarán a cabo rigurosos controles de todos los vehículos que entren o salgan de Bamako. También se apostarán agentes de seguridad en todos los hoteles.
(News 24, 01-12-11)