“Malaui corre el peligro de explotar por el hambre que este año alcanzará un nivel crítico, sobre todo como resultado de que la cosecha ha ido mal en muchas áreas del país por el cambio climático. La falta de lluvia ha condicionado el crecimiento del maíz, un alimento básico para los 17 millones de habitantes” según dice la carta pastoral de los obispos de Malaui en donde se habla precisamente del ‘hambre infinita’ con millones de personas en riesgo en un futuro próximo, pero que ya ahora no tienen suficiente comida”.
“La carta de los obispos es quizás la última llamada – o como se dice la última campanada de alarma – porque lo que puede venir después, puede que sea incontrolable”, declara el misionero padre Gamba .
La falta de lluvias no afecta a todos de la misma manera, porque como dice el p. Gamba, la descripción dada por los Obispos es la del Vía Crucis de todo el pueblo de Malaui, que se divide entre unos pocos que se enriquecen y millones de personas que viven en el hambre y la pobreza casi absoluta”. Y es precisamente esta brecha entre ricos y pobres la que podría desencadenar un levantamiento violento.
Agencia Fides
Fundación Sur