Un hombre de 60 años ha sido arrestado en la capital comercial de Malaui, Blantyre, por “sodomizar” a otro hombre de 23 años, el último caso de la creciente campaña policial para acorralar a los homosexuales en este país del África Austral, considerado homofóbico.
“Sí, hemos arrestado a Tony Chirwa, después de una denuncia por sodomía con otro hombre joven”, afirmó el portavoz de la policía el día 15 de febrero. El detenido es un artesano y regenta una compañía de tejidos en la ciudad.
El portavoz de la policía declaró que las investigaciones de la policía han logrado destapar una red de personas de alta posición involucradas en actos de homosexualidad.
“Algunos son blancos extranjeros, otros son sacerdotes, mientras que otros son profesores de universidad”, señaló la fuente policial, que no quiso desvelar los nombres de los miembros de la red, ya que, según él, la investigación todavía sigue su curso, aunque aseguró que “los detendremos a todos”.
La homosexualidad es ilegal en Malaui, por lo que el deber de la policía es hacer cumplir la ley y evitar que redes de homosexuales como esta, practiquen “sexo antinatural” principalmente con niños de la calle y otros malauianos vulnerables, que son atraídos con promesas de dinero y empleo en sus casas.
El tema de la homosexualidad, muy mal considerada en Malaui, cuyas leyes lo prohíben, saltó a la palestra después de que las pasadas Navidades se detuviera a la primera pareja abiertamente gay del país.
La pareja, un joven de 26 y otro de 20 años, fue arrestada el 27 de diciembre, después de celebrar una ceremonia tradicional de compromiso, un día antes de su planeada boda, en año nuevo.
Están acusados de actos “antinaturales” entre hombres sodomía e indecencia flagrante. Ellos niegan los cargos y permanecen en prisión, pendientes de la conclusión de su caso.
Los tribunales aseguran que no pueden poner a la pareja en libertad bajo fianza por su propia seguridad.
Los cargos de que se los acusa podrían suponer hasta 14 años de cárcel con trabajos forzados.
Mientras tanto, el entrenador de un club de fútbol acaba de empezar a cumplir su condena de 10 años de cárcel por “sodomía e indecencia flagrante”, a la que fue sentenciado la semana pasado por un tribunal.
Esta continuada caza, arrestos y persecución de los homosexuales se produce a la vez que aumenta la presión de campañas nacionales e internacionales, para “que no sean tan duros” con los gays y lesbianas.
(Afrique en Ligne, 16-02-10)