El Tribunal para crímenes de Guerra cometidos en Sierra Leona, ha sentenciado a 52 años de prisión a los tres líderes rebeldes acusados de supervisar una estela de violaciones y asesinatos.
El líder interino del Frente Unido Revolucionario, Issa Sesay, fue sentenciado a un total de 693 años, pero como los jueces ordenaron que cumpliese a la vez las sentencias separadas por 16 cargos de crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, al final pasará un máximo de 52 años en la cárcel.
Es la sentencia más alta jamás dada en este tribunal especial, apoyado por Naciones Unidas, para Sierra Leona, que no puede condenar a cadena perpetua.
Morris Kalloh, un ex comandante del RUF, fue condenado a un total de 340 años en la cárcel, pero pasará un máximo de 39 años en prisión.
En cuanto a Augustine Gbao, del que el tribunal asegura que era el formador ideológico del RUF, pasará 25 años en la cárcel.
(News 24, 08-04-09)