Entre los días 25 y 27 de marzo se celebró en Palma de Mallorca el Diálogo Intra-ruandés 2011, con la participación de casi una treintena de ruandeses en el exilio en Canadá, Estados Unidos, Alemania, Dinamarca, Luxemburgo, Reino Unido, Holanda, Bélgica y Suecia.
Estos diálogos, DIR, se celebran desde 2004, en diversas ciudades del mundo. Un grupo cada vez más numeroso de ruandeses, conscientes de que Ruanda es una realidad política compuesta por las tres etnias del país, hutu, tutsis y twa, y que sólo la reconciliación y el diálogo podrá llevar a una paz y estabilidad verdadera, definieron este marco para el contacto directo, con el fin de alcanzar la verdadera reconciliación entre todos los ruandeses.
En anteriores diálogos, los participantes han avanzado hacia la reconciliación y han tomado importantes decisiones sobre las medidas a tomar para que la sociedad ruandesa pueda vivir en paz, unida y con instituciones libres y democráticas, obtener justicia e igualdad de oportunidades en un país próspero, sin miedo.
Los ruandeses en el exilio, mediante estos diálogos, han identificado los problemas a los que se enfrentan como sociedad, y han hablado sobre los modos de solucionarlos. Además se han propuesto escribir la verdadera historia de Ruanda, sin manipulaciones, con el reconocimiento del dolor y la pérdida de todos, no importa a qué etnia se pertenezca.
Desde 2006, el DIR se marcó el objetivo de celebrar un diálogo Inter-ruandés Altamente Inclusivo, HIIRD, en el que participasen no sólo actores políticos, sino también la sociedad civil, incluyendo a los países vecinos de la región de los Grandes Lagos, principalmente la República Democrática del Congo, que en muchos sentidos sufren crisis provocadas por el actual régimen en el poder de Ruanda.
En el diálogo de este año se ha constatado, con los últimos acontecimientos ocurridos en su país, que el verdadero y principal obstáculo para su reconciliación mediante el diálogo es el actual gobierno de Kigali.
Un gran obstáculo para la reconciliación
El régimen del FPR, del presidente Paul Kagame, es cada vez más condenado en la esfera internacional por su carácter dictatorial, a pesar de seguir gozando, a la vez, de cierto reconocimiento. La misma ONU, publicó hace seis meses un informe en el que se documentaban los peores crímenes imaginables, cometidos por el FPR: masacres masivas de la población civil, violaciones, pillaje de recursos y otros.
El pasado mes de agosto de 2010, el país del África central celebró unas elecciones escandalosamente poco transparentes, por la muerte violenta e impune de periodistas y opositores políticos; encarcelación de los candidatos a la presidencia de los partidos políticos de oposición; el cierre y opresión de los medios, sus redactores y directores, y un sinfín de acontecimientos brutales, que atrajeron las críticas de todas las organizaciones internacionales.
Una de las figuras encarceladas desde antes de las elecciones de 2010, la candidata presidencial (a la que no se permitió registrarse) Victoire Ingabire, participó en el diálogo inter-ruandés del año 2009. Este año han asistido al DIR-11 otros representantes de su partido, FDU Inkingi, ahora integrado en una plataforma con el resto de partidos políticos de la oposición, suprimida en Ruanda.
Aniversario interétnico del genocidio
Entre todos los ruandeses presentes en Palma de Mallorca el pasado fin de semana se acordaron una serie de medidas a favor de la apertura democrática en su país. Entre ellas, hay que destacar la necesidad de sensibilización de la comunidad internacional sobre la terrible falta de derechos y libertades existente en la actual Ruanda, que no sólo impide la reconciliación y el diálogo, sino que hace temer un nuevo episodio de genocidio si no se soluciona a tiempo. El odio alimentado por el actual gobierno de Paul Kagame, cada vez genera más disidentes, que se ven obligados a huir del país, y unirse a la causa común de la oposición, que cada vez cuenta con más disidentes del partido en el poder, ex mandos militares y políticos que ahora se han sumado al bando de la lucha pacífica y el diálogo.
Otra medida importante adoptada por los ruandeses ha sido el plan de una celebración interétnica del aniversario del genocidio, este mes de abril. Para conmemorar a todas las víctimas, independientemente de la etnia a la que pertenezcan.
(Fundación Sur, 28-03-11)
