El presidente de Suráfrica, Jacob Zuma, no ha sido invitado a la lujosa fiesta que van a celebrar el príncipe Alberto de Mónaco y la campeona de natación surafricana, Charlene Wittstock, en Umhlanga, al norte de Durban, para celebrar en el país su boda.

Se espera que la pareja reciba a unos 200 “amigos cercanos y dignatarios surafricanos” en el lujoso hotel Oyster Box la próxima semana, después de su boda en Mónaco el fin de semana anterior.

La presidencia confirmó el día 27 que Zuma no había recibido ninguna invitación para el coctel en Suráfrica.

El portavoz de la presidencia, Ziz Kodwa ha dicho que la fiesta “definitivamente” no está en la agenda de Zuma. “El presidente estará en Limpopo ese día monitoreando los hospitales de la zona. Esto es un programa intenso que se espera que le ocupe todo el día”.

Zuma estará demasiado ocupado para asistir “incluso si la oficina del presidente recibe a última hora una invitación”.

Mientras que el rey de Suazilandia Mswati III ha sido invitado a la fiesta coctel, el monarca zulú, el rey Goodwill Zwelithini no ha recibido ninguna invitación. El portavoz del rey zulu, Mbonisi Zulu dijo que la casa real no tenía conocimiento de la función y que no estaba en la agenda del rey.

Se espera que la boda real de dos días de duración paralice Mónaco. Se ha declarado fiesta nacional en Mónaco, y se espera que todos los ciudadanos del país vean la boda por televisión.

El director general de Oyster Box, Wayne Coetser dijo que el hotel aumentará la seguridad para la tan anticipada fiesta, para garantizar “que sólo los invitados acceden al recinto”. “Queremos asegurarnos de que no se cuela nadie. Tendremos la ayuda de la policía de Suráfrica, además hemos contratado dos compañías de seguridad para que estén en guardia”.

(Times Live, Suráfrica, 28-0611)